Hugo Lindo forma parte del listado de destacados escritores salvadoreños que, a través de su obra literaria, han sido reconocidos nacional e internacionalmente. Sus aportes en temas de poesía, diplomacia, política y también abogacía, le han llevado a ser un referente de la literatura salvadoreña.
Sus libros forman parte de aquellos que muchos salvadoreños leyeron en su infancia, ya que muchas escuelas y colegios los agregan dentro de las lecturas obligatorias en diferentes niveles educativos.
Hugo Lindo, su biografía
Hugo Lindo Olivares nació en el Puerto de La Unión, un 13 de octubre de 1917, según rescata la revista electrónica Altazor. Hijo de Oscar Lindo Maduro y Matilde Olivares Civallero, nació, además en el seno de una familia trabajadora.
Según explica su biografía en el sitio web oficial del escritor, a la corta edad de 12 años, Hugo Lindo participó como declamador en un evento en el Teatro Nacional en 1929, representando a la Escuela Nacional de Prácticas Escénicas. Además, su declamación se dio ante unas 2,00 personas, cuya participación fue tan bien recibida que recibió 10 colones como premio.
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Sus inicios en la literatura
Sobre sus inicios en el mundo de la literatura, Hugo Lindo expresó en una entrevista: “Es tan lejano… Yo era muy niño… Era muy niño cuando sentí la necesidad de escribir. Mis primeras cosas las anduvo guardando mi madre. Después las encontré… y lógicamente las destruí. No creo haber tenido más de nueve años cuando escribí mis primeras cosillas”.
Su padre, por un lado, se sentía orgulloso sobre su decantación hacia la escritura, como el mismo Hugo Lindo expresa en dicha entrevista. “Mi padre, en cambio, siempre manifestó una especie de satisfacción por el hecho de que yo me inclinase a estos haceres, satisfacción que a veces, en su calidad de padre, exageró un tanto y la llevó hasta un injustificado orgullo”.
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Estudios universitarios y viaje a Chile
Hugo Lindo estudió en diferentes colegios de la capital. A sus 17 años, finaliza el bachillerato e inicia su carrera en la facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador.
Antes de finalizar su carrera universitaria, Lindo realizó un viaje hacia Chile, el cual fue una importante experiencia para él. Según comentó él mismo, este viaje amplió su mundo, además, fue un impulso para su propia creación literaria.
“Naturalmente que todo aquello amplió mi mundo. Antes de marcharme, mi mundo era el San Salvador de entonces, que no era ni la décima parte de lo que el San Salvador de hoy. Fui una especie de niño aldeano que se deslumbró al ver un almacén de cinco pisos. Yo no tenía idea de que pudiera existir una cosa de esas. Un niño que asistió al teatro, que fue a exposiciones, que oyó conversaciones y conferencias de gran cultura. Esto tiene que haber determinado un impulso en mi propia creación porque, al mismo tiempo, era un enriquecimiento de mi vida espiritual”, expresó Hugo.
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Además, el escritor comentaba en una entrevista que, debido a este viaje, se vio en la necesidad de convertirse en un lector más asiduo. Su viaje le hizo conocer diferentes ciudades en el extranjero, como Valparaíso en Chile, Guayaquil o Quito en Ecuador, pasando también por Colombia, Venezuela y Costa Rica.
En 1938, en su proceso como estudiante de último año de su carrera, presentó ante la Asamblea Legislativa de El Salvador, un trabajo que fue pionero en la protección laboral a mujeres gestantes y niños trabajadores, para ofrecerles, por lo menos, educación primera.
Esta propuesta no fue puesta en acción sino hasta 11 años después de su presentación, por la situación política de El Salvador.
El escritor se graduó con la tesis titulada como “El Divorcio en El Salvador”, en 1948, la cual fue galardonada por la universidad, obteniendo, además, una medalla de honor por esta misma.
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Matrimonio y cargos públicos
En 1943, Hugo Lindo contrae matrimonio con Carmen Fuentes Castellanos, con quien tuvo siete hijos. Entre ellos, Ricardo Lindo Fuentes y Héctor Lindo Fuentes, son reconocidos a nivel nacional por sus aportes literarios e históricos acerca de El Salvador.
En 1947 realizó un viaje a Corea donde aprendió un enfoque diferente ante la vida por las grandes diferencias entre la cultura oriental y la occidental. “Asistí a una boda chintoísta, conocí varios templos budistas, estuve en una especie de seminario de budismo -viendo nada más- en Japón… y todas estas experiencias fueron como un fórceps que amplió y ensanchó aquella visión del mundo, que ya no era tan pacata y constreñida como había sido antes de salir”, expresó el escritor.
Cinco años después, en 1948, comienzan sus diferentes cargos públicos en el país. Ese mismo año se desempeñó como asesor jurídico del Ministerio de Justicia. Posteriormente, en 1952, fue nombrado como síndico municipal.
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Además, en 1953, el escritor viaja nuevamente a Chile, en esta ocasión como Encargado de Negocios y, en 1959, viaja por tercera vez, como embajador de El Salvador. Posteriormente, es nombrado como embajador en Bogotá, Colombia, donde se mantuvo hasta finales de los años 60, antes de regresar a El Salvador.
Tan solo un año después, en 1961, es seleccionado como ministro de Educación. En sus esfuerzos, Hugo Lindo trabajó activamente por la integración centroamericana en un ámbito cultural. Esto, a través de su puesto como director del departamento de asuntos culturales y educativos de la Organización de Estados Centro Americanos (ODECA).
En 1969 viaja hacia Europa, como embajador en España y permanece en este país hasta 1972, donde regresa definitivamente al país. En 1985, es llamado como decano de la Facultad de Cultura General y Bellas Artes de la Universidad Doctor José Matías Delgado.
Finalmente, Hugo Lindo fallece el 9 de septiembre de 1985.
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Galería Altamar
En su retorno a El Salvador, Hugo Lindo abre la librería y galería Altamar, un espacio donde el escritor podía leer y organizar reuniones variadas con diferentes escritores del país, como Salvador Salazar Arrué, conocido también como Salarrué.
Debido a la situación económica del país, Hugo Lindo se vio obligado a cerrar la librería.
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Obras de Hugo Lindo
El escritor salvadoreño se desempeñó en diferentes áreas de la literatura. Su obra está dividida en la poesía, la narrativa y también la jurista.
Poesía de Hugo Lindo
Dentro de la obra impresa de la poesía de Hugo Lindo están:
- Poema eucarístico y otros (1943).
- Libros de Horas (1948).
- Sinfonía del Límite (1953).
- Trece Instantes (1959).
- Varia Poesía (1961).
- Navegante Río (1963).
- Sólo la voz (1967).
- Maneras de llover (1968).
- Este pequeño siempre (1971).
- Sangre de Hispania fecunda (1972).
- Resonancia de Vivaldi (1976).
- Aquí, mi tierra (1979).
- Fácil palabra (1985).
- Desmesura (1992 – póstumo).
- Prólogo a la noche y Casi en la Luz (1999 – póstumo).
- Mañara será el asombro (Vol. 1: 2006, Vol. 2: 2008, Vol. 3: 2010).
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Narrativa de Hugo Lindo
La narrativa del escritor salvadoreño se divide entre su época como novelista y como cuentista. Entre su obra está:
- El anzuelo de Dios (1956 – novela).
- ¡Justicia Sr. Gobernador! (1960 – novela).
- Cada día tiene su afán (1965 – novela).
- Yo soy la memoria (1983 – novela).
- Guaro y champaña (1947 – cuento).
- Aquí se cuentan cuentos (1959 – cuento).
- Espejos paralelos (1974 – cuento).
Obra jurídica de Hugo Lindo
Dentro de su obra jurídica, destacan dos trabajos:
- El divorcio en El Salvador (1948).
- La integración Centroamericana ante el derecho internacional (1971).
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Premios obtenidos por Hugo Lindo
El escritor obtuvo un gran número de distinciones a lo largo de su vida. Entre ellas están:
- Primer premio de poesía en los Juegos Florales de Santa Ana en 1935 por su trabajo “Trilogía de la ternura”.
- Primer premio de los Juegos Florales de San Miguel en 1943 por sus trabajos “Risa de tonto y “Preces a Nuestra Señora de la Paz”.
- Primer premio del certamen literario de la Ciudad de Guatemala en 1943 por su poema “Actos del indigno convidado”.
- Medalla de oro, flor natural y flor de pascua de plata en los IV Juegos Florales de Santa Ana en 1943, por sus poemas “Las cuatro dimensiones del instante” y “Católica biografía del dolor”.
- Mejor trabajo de graduación en 1945 por su tesis “El divorcio en El Salvador: Historia legislativa, jurisprudencia y anotaciones críticas”.
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- Primer premio en el Certamen Permanente de Ciencias, Letras y Bellas Artes de la Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas Revolucionaros en 1947 por su poemario “Libros de Horas”.
- Premio máximo en el certamen de cuento del diario El Nacional de México en 1958 1959, con sus cuentos “Fiebre en la costa” y ¡Perdone padre!”.
- Primer premio en los Juegos Florales Centroamericanos de Quetzaltenango, Guatemala, en 1962, por su poemario “Navegante río”.
- Doble segundo premio en el Certamen Nacional de Cultura de San Salvador en 1964 7 1967, por su novela “Cada día tiene su afán” y su poemario “Sólo la voz”.
- Miembro de honor del Instituto Salvadoreño de Cultura Hispánica otorgado en 1969.
- Director emérito de la Academia Salvadoreña de la Lengua en 1952.