
El Gritón de Medianoche: Una Leyenda Salvadoreña
La leyenda de El Gritón de Medianoche forma parte del folklore salvadoreño que se ha transmitido de generación en generación a través de la tradicional oral.
La leyenda de El Gritón de Medianoche forma parte del folklore salvadoreño que se ha transmitido de generación en generación a través de la tradicional oral.
La leyenda de El Bálsamo, el otro árbol nacional de El Salvador, también conocida como la leyenda de Nabá, es una historia de amor entre un príncipe y una princesa de origen indígena, que tuvo lugar durante la época precolombina.
Agüijuyo fue tanto una princesa protagonista de una triste historia de amor, como el nombre de uno de los atractivos turísticos más importantes de Atiquizaya, en el departamento de Ahuachapán. La leyenda de Las Lágrimas de Agüijuyo es un relato de nuestros antepasados indígenas.
La Chancha y el Mico Brujo son dos leyendas salvadoreñas que se caracterizan por un factor importante: Sus protagonistas se transforman con ayuda de la brujería.
La Giganta de Jocoro, icono de la identidad salvadoreña, desfila ahora en las fiestas patronales del país.
La Leyenda de Cuyancúa viene de los Mayas y se refiere a una serpiente con cabeza de cerdo.
Laguna de Chanmico significa “lugar de muertos” en lengua náhuatl. Está ubicada en el departamento de La Libertad. Según cuenta una historia local, fue un cementerio en tiempos precolombinos, antes de convertirse en laguna.
Por mucho tiempo, las flores han sido motivo de admiración para las personas, ya sea por su olor, color, forma o tamaño. En El Salvador, hay una flor que forma parte de las leyendas nacionales por el misterio que encierra. Se trata de la Flor de Amate, y según la historia, esta posee grandes poderes y concede los deseos de quien la posea.
La leyenda de Chasca la virgen del agua narra la historia de un amor prohibido entre la hija de un magnate precolombino y un humilde pescador.
La leyenda del Cadejo cuenta la existencia de un animal que sale por las noches para cuidar o atormentar a las personas que trasnochan o se emborrachan mientras transitan lugares solitarios; en general, es considerado como un espíritu protector.