Los artistas de la identidad han vencido el paso del tiempo y mantienen viva la tradición de capturar con sus manos fragmentos de la realidad salvadoreña. Las artesanías de El Salvador, en distintos materiales y manifestaciones, siguen hablándole al mundo sobre las costumbres y tradiciones salvadoreñas.
Desde barro, telas, mimbre, cerámica, hasta caracoles y flores, las artesanías salvadoreñas son una manera de rescatar y hacer sobrevivir retazos de El Salvador en distintas partes del mundo.
“Por medio de la artesanía, los pueblos pueden identificarse y sentirse representados”, afirma el antropólogo Dr. Ramon Rivas. “A través de las artesanías se expresa la capacidad que tenemos para crear y dar testimonio de nuestra manera de vivir y de reflejar nuestra realidad”, agrega.
Clasificación de las artesanías de El Salvador
Gracias a que los diferentes tipos de artesanías en El Salvador cuentan con características diferentes entre sí, es posible darles una clasificación por el tipo de material utilizado junto a las zonas donde son más representativos.
Arte Palmeño: Legado de Fernando Llort
El arte naíf se caracteriza por la ingenuidad y la espontaneidad. Colores brillantes, contrastados y la interpretación libre de la perspectiva. Inclusive la falta de ella.
Este arte se popularizó en La Palma, gracias a Fernando Llort. Esta corriente fue conocida también como Arte Palmeño, por la zona donde el maestro fundó este movimiento. Este arte es plasmado en diferentes materiales como semillas de copinol, madera, cerámica, bordados en algodón, entre otros.
Carmen Choussy, en un artículo para la tienda de artesanías, Nahanché, profundiza en este estilo:
“Allí (Fernando Llort) enseñó a los lugareños a dibujar y a pintar utilizando colores vibrantes y figuras geométricas muy características de su estilo para representar escenas inspiradas en la naturaleza, la vida cotidiana y las tradiciones cristianas del pueblo salvadoreño”.
Carmen Choussy
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“Como antropólogo considero que lo nuevo no debe reemplazar lo antiguo, sobre todo en materia cultural, ya que ello implicaría pérdida de nuestra identidad y nuestro pasado”, dice el Dr. Ramón Rivas.
Artesanías de El Salvador en barro: La alfarería de Ilobasco
La alfarería es el arte de elaborar objetos en barro o cerámica. A lo largo de la historia, esta técnica le ha permitido al ser humano crear todo tipo de artilugios domésticos.
En El Salvador, la práctica se remonta a tiempos prehispánicos. Con el correr del tiempo, fue convirtiéndose en un tipo de artesanía típica del país. Muchas piezas originales son elaboradas con un talento espontáneo, aprendidos muchas veces por tradición familiar.
Ilobasco es uno de los centros de producción de artesanías en barro más importantes de El Salvador. Además, es uno de los más antiguos. Junto a la producción en barro rojo, también es característica la creación de cerámicas.
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Producción en cerámica
Carmen Choussy argumenta que se cree que el diseño y creación de nacimientos navideños marcó el origen de esta práctica en el municipio. Sin embargo, no se limita únicamente a cerámica navideña, sino también a leyendas nacionales, como el cipitío, o a miniaturas, como frutas, arreglos, o la misma vida cotidiana en el país.
Diferentes emprendimientos alrededor del país han replicado la elaboración de cerámicas, utilizando técnicas tradicionales y modernas, para mantener viva esta tradición. Creando desde tazas, vasijas, incensarios, entre otros.
Barro negro y barro rojo
Dentro de este tipo de artesanías, también se encuentran aquellas que utilizan el barro negro y el rojo.
Por su parte, el barro negro es característico de la zona oriental de El Salvador. Es realizado comúnmente por mujeres y niñas. Este es elaborado recogiendo el barro de los cerros, posteriormente es secado y amoldado en sus viviendas.
Guatajiagua, en Morazán, tiene una de las locaciones más importantes de producción de artesanías en barro negro. Entre los más característicos están comales, sartenes, ollas, platos, entre otros.
El barro rojo, por otro lado, es utilizado en la elaboración de utensilios de cocina y adornos por comunidades mayas y pipiles de la zona occidental de El Salvador. La elaboración de estas artesanías son el principal ingreso de estas familias.
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Artesanías textiles: San Sebastián y su gran colorido
El arte de tejer se ha extendido alrededor de El Salvador, sin embargo, en San Sebastián, ubicado en San Vicente, se ha convertido en un trabajo representativo de la zona.
Los ancestros salvadoreños contaban con una rica tradición textil, elaborando diferentes productos con una gran variedad de diseños y colores. Las ilustraciones en tela son icónicas en El Salvador.
La tela, como base, es utilizada para confeccionar diferentes productos, entre prendas de vestir, cortinas, manteles, cubrecamas y las ya reconocidas hamacas de la zona.
Para elaborarlas, es utilizado un telar de placas con pedales. Con este se producen textiles de diversos tamaños y colores.
Artesanías de El Salvador de tule y mimbre: Tradición en Nahuizalco
En Nahuizalco existen las artesanías hechas con tule y mimbre, dos materiales duraderos, que los pobladores han aprendido a utilizar para la elaboración de artículos del hogar, como camas, muebles, juegos de sala, entre otros.
El tule también es conocido como junco y existen dos variedades: el tule negro y de agua. Artículos como papeleras, porta macetas, entre otros productos, son hechos con tule de agua, por su corteza más ancha.
El tule negro es dedicado especialmente para el tejido de petates, gracias a sus alargadas hojas triangulares.
Por otro lado, el mimbre es la materia prima utilizada para crear muebles, canastas, sillas, entre otros. Este material viene de los árboles que son familia de los sauces. Al tejer con mimbre se utiliza las ramas y el tallo de la planta.
“El Salvador no debe ser conocido solo por las artesanías de Ilobasco y La Palma; también deben destacar las artesanías de Guatajiagua, San Sebastián y otras mucha más. Conservar nuestra artesanía, es conservar la identidad como pueblo”, afirma el antropólogo Ramón Rivas.