La sal, que ha sido una mercancía preciada alrededor del mundo durante varios siglos, sigue siendo importante fuente de empleo en las Salineras de San Alejo, departamento de La Unión.
En el imperio romano la sal sirvió incluso como método de pago a los soldados y funcionarios públicos. En San Alejo, hoy en día, un estero en el cantón Los Jiotes alimenta varias salineras que sirven de fuente de empleo incluso para trabajadores de países vecinos.
Según la Asociación Mexicana de la Industria Salinera A.C. (AMISAC), la sal ha influenciado en el comercio, la religión y hasta en la guerra. De hecho, la palabra “salario”, viene del latín “salarium”, “de o perteneciente de la sal” y se especula que es debido a la importancia que tuvo en el imperio romano.
¿Qué es una salinera?

Una salinera es el lugar en donde se extrae la sal de diferentes cuerpos de agua a través de diferentes procesos. En San Alejo, las salineras se dedican a extraer y procesar la sal marina para comercializar como sal de consumo o de usos varios.
La temporada de trabajo inicia en octubre y termina en abril. Esta genera más de 100 empleos directos e indirectos, donde son contratados salvadoreños junto a extranjeros provenientes de Honduras y Nicaragua.
Marvin Izaguirre Orellana, es un nicaragüense que tiene más de 8 años de estar trabajando en Los Jiotes. Su labor es cargar los sacos con sal y llevarlos al molino. “Los dólares que gano se los envío a mi familia que está en Nicaragua”, comentó, referente a la generación de empleos en la zona.
Salineras de San Alejo
De acuerdo con el Listado Oficial de Concesiones de actividad de Salineras, actualizado al 30 de septiembre de 2021, por la Gerencia de Áreas Naturales Protegidas y Corredor Biológico, para esa fecha se contabilizaban 50 salineras en San Alejo.
Dichas salineras producen miles de quintales de sal que se comercializan en los mercados de San Salvador y en oriente del país.

La cantidad de trabajadores en las salineras asciende a más de 100, entre jóvenes y adultos que trabajan en los diferentes procesos para producir la sal. Sin embargo, la generación de empleos que tiene cada salinera depende de la extensión del terreno.
Por su parte, algunas mujeres trabajan empacando la sal en bolsas de una libra para su comercialización.

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Proceso de producción de la sal
La sal que llega hasta la mesa de los consumidores pasa por un proceso que se desarrolla en varios pasos y necesita de una fuerza laboral que realice desde la recolección hasta el traslado a los mercados o puntos de venta de este producto.
Las salineras pueden funcionar de distintas formas y depende del lugar donde se quiera extraer la sal. Existen dos maneras de procesar este mineral: De forma solar y de forma cocida.
Proceso de elaboración de sal solar
Según la Asociación de Sales Marinas (SALIMAR), este es un proceso totalmente natural. Está basado en la evaporación de agua del mar en lagunas de gran extensión y poca profundidad. Los elementos más importantes son el sol, que calienta el agua y el viento, que retira el vapor del agua.
El proceso inicia con la elaboración de bordas a la orilla de la ñanga (se refiere a la orilla de los manglares), después se llenan con agua los tanques que están a la orilla de la ñanga. Posteriormente, el agua se pasa a un tanque mediano con ayuda de una bomba achicadora. Luego el agua se traslada a otros tanques pequeños llamados platos.

Para continuar el proceso se traslada el agua a otros tanques hasta que alcanza una temperatura de 14 a 20°C. Después de eso el agua se traslada a plásticos especiales. Finalmente, cuando el agua tiene una temperatura de 20°C la sal se puede sacar en 24 horas, pero si la temperatura es entre 14 y 16°C la sal se saca a los tres o cuatro días.
Después de extraer la sal, se muele en molinos especiales. Una vez terminado, está lista para ser comercializada o embodegada.
Sal cocida y su elaboración

Este proceso es un poco similar al anterior, la diferencia es que la sal se extrae del agua, cociéndola en hornos.
“Primero se limpia el tanque y se encierra el agua, después se llena el plato o los freidores y luego esa misma agua pasa a otros platos, que son los calentadores; y de allí se pasa el agua más fuerte y se deja de dos a tres días, hasta que el sol cuaja esa agua y se hace sal y se deposita en los nailon”, explicó Abel Melgar, trabajador de las salineras en San Alejo.
Posteriormente, la sal se encuentra lista para comercio o depósito.