El arte rupestre en El Salvador es abundante a lo ancho de todo el país. Sin embargo, en el lago de Guija, uno de los cuatro lagos de El Salvador, se concentra la mayor colección arqueológica de dibujos grabados en piedra, mostrando con generosidad la expresión artística de nuestros antepasados.
El arte rupestre tiene dos principales manifestaciones: la pintura en piedra y los grabados en piedra (petrograbados). La península de Igualtepeque, en el lago de Güija, es considerado el sitio arqueológico con más pinturas rupestres en toda la región centroamericana.
Contando con más de 200 grabados, es, además, la mayor concentración de arte rupestre en El Salvador. Se estima que fueron grabados en tiempos de la cultura Olmeca, mucho tiempo antes de la conquista española.
Arte Rupestre en El Salvador
Se conoce como arte rupestre a los rastros de antigua actividad humana o expresiones artísticas que datan de los antepasados (en ocasiones a tiempos prehistóricos) y que han sido descubiertas en rocas, cuevas y paredes rocosas en todas partes del mundo.
El primer descubrimiento al que la ciencia le puso atención sucedió en España en 1879. En El Salvador, el arte rupestre, aunque abundante en las zonas costeras y en la zona del occidente del país, ha recibido muy poca atención e investigación científica.
En 1942, gracias a los trabajos exploratorios del estadounidense Stanley Boggs, considerado el padre de la arqueología en El Salvador, se registró la riqueza arqueológica de Igualtepeque.
Igualtepeque, que es una isla y una península, es también conocido como “Cerro de las Figuras”, debido a los abundantes dibujos (tallados en piedra) y pinturas que se observan en la zona, lo cual lo han convertido en la más importante muestra de arte rupestre en El Salvador.
Según estudios e investigaciones realizadas en el lugar, la máxima muestra de arte rupestre en El Salvador data de los años 900 a 1200 D.C.
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Igualtepeque, Sitio de Ritos
Las figuras que abundan en Igualtepeque van desde figuras abstractas, humanas, pero sobretodo muchas expresiones de fauna. “Estamos hablando de serpientes, lagartos, monos, aves. Y en el caso de figuras humanas, tipo guerreros, es decir, personas con atuendo”, explicó Hugo Chávez, arqueólogo e investigador de arte rupestre en El Salvador.
Además, en el Cerro de la Figuras existe un abundante uso de cal y cerámica Tohil Plomiza, que representa la época del Período Postclásico Mesoamericano justo antes de la conquista española.
Este periodo de la historia se ubica en la segunda mitad del siglo XVI, con la llegada de los españoles y el inicio del mestizaje.
Según los símbolos encontrados, Igualtepeque representó un lugar importante para los grupos de indígenas de la cultura Olmeca, pues los grabados que aparecen en las piedras tienen figuras de dioses de las culturas prehispánicas, por lo que se cree que el lago de Güija llegó a ser un sitio sagrado para la adoración de los dioses.
Entre los pobladores del lago de Güija se cree que debajo del lado yacen antiguas ciudades desaparecidas con antiguas erupciones.
En los tiempos de la colonia, hace unos 500 años, Diego García de Palacio, quien fue un Oidor Real de la Audiencia de Guatemala, describió que en el lago de Güija existía un lugar sagrado, donde los indígenas realizaban sacrificios en honor a sus deidades.
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Los Dioses de la Cultura Olmeca
“Se ha encontrado la imagen de Xipe Tótec, personaje que está ligado a la práctica de los sacrificios. En el pensamiento de ellos, el sacrificio servía para renovar la vida”, explicó el productor de contenido, Carlos Rivera, en su canal de Youtube Histor&ArteTV.
Cerca del lago de Güija se establecieron ciertos asentamientos pipiles, sin embargo, en la isla, existieron habitantes neo pipiles. Es por ello que existe una fuerte influencia de la cultura mexicana y de los dioses pipiles.
“Lo más interesante que podemos mencionar es que encontramos mucha deidad de influencia mexicana, entre ellos Tláloc, Mictlantecuhtli, Xipe Tótec y Quetzalcóatl”, explicó el arqueólogo Hugo Chávez en un video producido por Oralidad Salvadoreña.
Para los pueblos indígenas, los dioses tenían el mismo valor, aunque poseían significados distintos. Quetzalcóatl era considerado como el dios de la dualidad entre lo humano y el espíritu. Mictlantecuhtli era el dios de los muertos, Xipe Tótec el dios de la renovación y Tláloc, que para la cultura mesoamericana, representaba el agua o la lluvia.
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Las Huellas de los Mayas
Gracias a las investigaciones y exploraciones de arqueólogos, en Igualtepeque se han hecho algunos descubrimientos importantes. Entre esos hallazgos destacó Ernesto Rusconi en 1983, por encontrar una placa maya que podría haber formado parte de los atuendos de dicha cultura.
Asimismo, como otros de los aciertos arqueológicos se pueden mencionar un anillo de cobre, en donde se refleja la figura del dios maya Ek Chuah. Dicha pieza fue encontrada por una habitante del lugar y hoy forma parte de la colección del Museo Nacional “David J. Guzmán”.
Además, se tiene el registro de encontrarse dos piezas de cerámica con la figura del dios Xipe Tótec. Sin embargo, dichas esculturas fueron vendidas a un diplomático inglés que residía en Guatemala; según información documentada por el arqueólogo Stanley Boggs.
Sin embargo, para mantener vivo el legado cultural, los habitantes de Igualtepeque se han propuesto proteger las piedras grabadas que forman parte de la riqueza arqueológica de la zona. “Aquí toda la gente no deja que las maltraten, ni que se las lleven porque es un turismo para el cerro”, expresó Jorge Sandoval, habitante del lago de Güija, en un video producido por Audiovisuales UCA.
En ocasiones, la controversia ha rodeado a la isla de Igualtepeque, por tratarse de una isla privada. En este relato de El Faro se narra cómo el dueño ha tratado de venderla.
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Un Sitio Arqueológico con Arte Rupestre
Gracias a la influencia de Stanley Bogg, Igualtepeque obtuvo el título de lugar arqueológico cuando este fue funcionario de la cartera de Cultura. A la fecha, este lugar es considerado como una península que se ubica en Metapán, dentro del lago de Güija, en el departamento de Santa Ana.
En 1992 se publicó el libro “Las Estrellas y las Piedras”, que en un lenguaje lírico intenta brindar información importante sobre investigaciones que se han hecho en el lugar. Los escritores de dicha obra son los salvadoreños Edgar Quijano y Ricardo Lindo.
Igualtepeque es considerado como un lugar de riqueza cultural, por el legado que han dejado muchas de las culturas precolombinas que habitaron en la península y sus alrededores. “El Cerro de las figuras es el sitio arqueológico que representa mayor arte rupestre en el país”, expresó, el arqueólogo Marlon Escamilla, en un video del canal de YouTube Audiovisuales UCA.
En la actualidad, el lago de Güija sirve como fuente de pesca para muchos habitantes de la zona, y en épocas de lluvia, este sitio arqueológico se convierte en una isla, siendo las lanchas el principal medio de transporte a utilizar en el lugar.