En El Salvador, cada 22 de junio, se celebra el Día del Maestro. En el país, existen un gran número de profesionales que se dedican a la enseñanza de ciencias, profesiones, oficios, deportes, artes, entre otras disciplinas, cuya labor es reconocida anualmente.
“Para ser maestra hay que tener mística, paciencia, estar actualizándose constantemente, desarrollar competencias en todos los niveles y sobre todo amar la vida”, expresó María Marina Acosta de Clímaco, una de las maestras destacadas de El Salvador.
Historia de la docencia en El Salvador
De acuerdo con la historia, el sistema educativo del país, tuvo su origen al constituirse la República. Fue en el año de 1832, que con el Primer Reglamento de Enseñanza Primaria, se decretó la Instrucción Pública. Además, esta establecía la creación de escuelas primarias en cada municipio del país.
Dichas instituciones serían financiadas por la municipalidad, pero en caso de que esta no estuviera en la posibilidad, serían los padres de familia quienes aportarían una contribución de “4 reales”.
Desde el inicio de la educación y hasta comienzos del siglo XX, se usó el método lancasteriano de enseñanza mutua. Este era utilizado en los centros de primeras letras, en donde la Educación elemental o Primaria se impartía en “Escuelas Unitarias”, aquellas en donde un maestro atendía dos o tres secciones diferentes.
Por otro lado, el Plan de Estudios oficial que dominó la educación desde ese periodo y hasta 1940, fue el modelo positivista, completado por algunas materias prácticas como el dibujo, la caligrafía, el trabajo manual, la agricultura y el canto.
Así también, con la creación de la Universidad en Salvador en 1841, se constituyó el sistema educativo en tres niveles: Educación primaria, Media y Superior.
Respecto a los maestros, los del sector primario eran empíricos en su mayoría; los del nivel medio eran formados en la Escuela Normal, en colegios privados para varones o en colegios religiosos para señoritas. Los maestros del nivel superior se comenzaron a formar en la Escuela Superior a partir de 1950.
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Día del Maestro Salvadoreño
El Día del Maestro salvadoreño se celebra cada 22 de junio en honor al general Francisco Menéndez Valdivieso, cuyo período presidencial se dio entre 1885 a 1890. Fue el principal impulsor de la dignidad magisterial y principal reformador de la educación salvadoreña. Se eligió dicha fecha porque su mandato presidencial inició el 22 de junio de 1885 y también coincide con su día de fallecimiento en 1890.
Este día es de asueto para los maestros, con el objetivo de que celebren con sus seres queridos. En algunos casos los centros educativos realizan festejos para agasajar y reconocer el trabajo de los docentes.
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Día del Maestro Salvadoreño: Reconocimiento a maestros destacados
La enseñanza y formación de profesionales no es un trabajo sencillo, por eso existen los maestros, quienes dedican la mayor parte de su vida a esta labor. A continuación, se presenta un grupo de docentes en diferentes disciplinas que han destacado en el país.
Roberto Salomón
Nació en San Salvador en 1945, es un artista salvadoreño, director y productor de teatro. Fue galardonado en 2014 con el Premio Nacional de Cultura de El Salvador y en 2016 con el Chevalier des Arts et des Lettres de Francia.
Además, desde el 2003, dirige el Teatro Luis Poma, la primera sala de teatro privada del país. Para él, ser maestro significa, entre otras cosas, guiar por un mundo desconocido a otras personas que se aventuran a recorrer ese camino.
Roberto Salomón, a lo largo de su vida se ha interesado en el arte de la actuación, cuenta con más de 80 espectáculos en culturas e idiomas diferentes y con 50 años de trayectoria formando a artistas nacionales.
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Armando Solís
Nació el 27 de mayo de 1940 en San Salvador. Es un pintor, maestro y artista salvadoreño muy reconocido nacional e internacionalmente. Solís estudió pintura infantil a temprana edad, al crecer se formó en bellas artes durante cinco años, cuando Salvador Salazar Arrué era director y maestro. Tiempo después fue becado a Panamá y México, donde estudió pintura durante nueve años.
Es el autor de 10 libros en la rama de biografía. Además, en la escultura ha trabajado la técnica del bronce y resina. También, hace más de 40 años fundó la escuela de arte y galería Armando Solís, donde ha impartido clases de dibujo y pintura a más de mil estudiantes.
Entre sus obras se encuentran pinturas, dibujos, grabados y esculturas. Parte de su legado son la pinacoteca Roque Dalton en la Universidad de El Salvador y la pinacoteca Rafael Meza Ayáu de la Universidad Don Bosco.
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Mauricio Bonilla
Nació el 1 de abril de 1961 como René Mauricio Iglesias Bonilla, pero en el mundo artístico es conocido como Mauricio Bonilla. Es uno de los grandes referentes de la danza clásica, moderna y teatro, con una activa participación en un gran número de eventos artísticos desarrollados en El Salvador y en otros países.
Mauricio Bonilla tiene más de 30 años en el mundo de la enseñanza y gracias a sus experiencias decidió trabajar como maestro y promover a los hombres como bailarines profesionales.
Parte de su formación la obtuvo en diferentes países como Estados Unidos, Cuba, Guatemala, México, Argentina e Italia. También fue uno de los bailarines que formó la reconocida artista y maestra de danza clásica, Alcira Alonso.
En su trayectoria como maestro ha obtenido varios logros, pero el más significativo para él ha sido ver crecer a sus alumnos, a las nuevas generaciones, poner en alto el nombre de El Salvador y ganar premios mundiales. Además, consiguió la preparación y proyección de la compañía de ballet teatro que él fundó, así también formó la agencia “Coordinamic”, que promueve modelos en el país y en el extranjero.
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Alcira Alonso
Nació el 19 de octubre de 1927 en Buenos Aires, Argentina, lugar donde creció y vivió hasta 1961, después decidió radicarse en El Salvador debido a una oferta de trabajo. Se convirtió en maestra y coreógrafa en la Escuela Nacional de Bellas Artes, iniciando así su labor docente y de productora de espectáculos.
Alcira Alonso se inició en la danza desde niña, debido a una recomendación de su médico por problemas de salud, sin imaginar que se convertiría en su gran pasión. Estudió danza clásica en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico, danza española y folclore latinoamericano.
Entre sus logros se encuentran la fundación y dirección del Ballet Folclórico Nacional, junto a Mauricio Bonilla y, la Escuela Municipal de Ballet. Se convirtió en una de las mujeres que más trayectoria posee dentro del mundo de la danza clásica en el país, así como en ser considerada uno de los pilares fundamentales para la promoción y enseñanza de este arte.
En el año 2013 recibió la Distinción “Notable bailarina y profesora eminente de la danza en El Salvador” por la Asamblea Legislativa de El Salvador.
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Nene de Roeder
Inició su entrenamiento de baile a los 6 años en la escuela de Tere Valencia, tomando el Ballet Clásico muy en serio, después se inscribió en la END y a sus 14 años ya formaba parte del elenco del Ballet Juvenil de El Salvador.
Nene de Roeder, es arquitecta de profesión y maestra de baile certificada a escala internacional. Fue la primera latinoamericana en obtener el título de maestra de jazz de la Universidad de Dance Masters of América y se le reconoce como la impulsora del baile de jazz en el país desde 1984.
También es la fundadora de la escuela pionera Jazzing Dance Studio, en donde enseña jazz y tap. Por su larga trayectoria en la danza y la excelencia en su práctica, Nene de Roeder ha recibido diferentes galardones y menciones, como el ser invitada por el Consejo Internacional de la Danza (CID), reconocido por la UNESCO.
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Día del Maestro en El Salvador y el reconocimiento a Profesores Legendarios
A finales de 2019 un grupo de 21 maestros y maestras, fueron galardonados por el Ministerio de Educación, junto a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), reconociendo su trayectoria en la docencia del país.
Los docentes fueron homenajeados como Profesores Legendarios, recibiendo una placa, un diploma, un libro y un cuadro fotográfico; además de quedar registrados en el libro de la historia de la docencia de El Salvador.
Los agasajados fueron:
- María Marina Acosta de Clímaco.
- Dinora Arias Flores.
- José Ricardo Barrientos.
- Cecilia Evelyn Bertrand de Henríquez.
- Carlos Antonio Burgos.
- Manuel de Jesús Cañadas Aguirre.
- Concepción Marina Cuéllar Alférez.
- Ana Elizabeth Gómez Rivas.
- David Antonio Hernández Santos.
- Edgar Armando Jiménez Yánez.
- Julio Roberto Magaña Salinas.
- Dora Angélica Monterrosa de Estrada.
- Martín Romeo Monterrosa Rodríguez.
- Guillermo Palacios Rodríguez.
- Gladis Eugenia Paredes.
- Héctor Antonio Pérez.
- Blanca Margarita Pérez de Mena.
- Rubén Regalado Sermeño.
- Carlos Ernesto Rodríguez Cedillos.
- José Noé Torres Hernández.
- Miriam Zelaya de Rivas.
El reconocimiento se hizo en el marco del Día Mundial de los Docentes (declarado por la UNESCO el 5 de octubre de 1994) y del VIII Foro Pedagógico Nacional y V Iberoamericano 2019, dedicado a la profesora Antonia Portillo de Galindo, quien fue maestra, poetisa y filántropa. También la primera mujer Viceministra y luego Ministra de Educación del país entre 1969 y 1974.
“Yo pienso que la docencia es uno de los oficios y profesiones más útiles del mundo. Creo que no hay profesión más hermosa que ser docente y profesor”, agregó David Antonio Hernández Santos, uno de los profesores legendarios.