Walter Béneke fue un pionero en la educación en El Salvador durante los años 60. Mientras se desempeñaba como Ministro de Educación, tuvo la visión de inculcar la televisión educativa en el país.
A partir de esta visión, Béneke comenzaría lo que hoy en día es un complemento para la formación de las futuras generaciones, a partir de un modelo de educación que sólo estaba presente en Europa y Asia.
¿Quién fue Walter Béneke?
Nació en 1930, en la cuna de una familia de clase media alta. Su padre, un terrateniente de origen alemán y su madre, presidente de la “Sociedad de Señoras de la Caridad”, entidad administradora de los Hogares de Ancianos San Vicente de Paul.
Durante los años 50, Béneke estudió Ciencias Políticas y Economía en la Universidad Central de Madrid, España. En esta ciudad, conocería al futuro presidente, Fidel Sánchez Hernández, quien se encontraba realizando sus estudios militares.
Béneke también contaba con una formación en Periodismo y Problemas contemporáneos en la Universidad Internacional Marcelino Ménendez y Pelayo de Santander. Además, realizó viajes por distintos países de Europa con el objetivo de obtener conocimiento sobre la cultura del continente.
A inicios de 1960, trabajó en el Ministerio de Economía, y posteriormente fue Secretario de la Embajada de El Salvador en Alemania. De 1961 a 1966, fue Embajador de Japón.
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Televisión educativa: Una visión japonesa aplicada a El Salvador
Durante sus primeros meses como Ministro de Educación, Béneke anunció una reforma educativa. Entre sus planes, detallaba un aumento del presupuesto en un 6%, creación de nuevas plazas y construcción de nuevas escuelas. Entre todo esto, destacó algo: La televisión educativa.
Durante los años de Béneke fungiendo como embajador en Tokio, observó cómo los niños aprendían desde matemáticas hasta actividad física a través de la televisión. Impresionado por esto, comenzó a crear un plan para implementar un proyecto similar en El Salvador.
“Me tomó de sorpresa. Le pregunté que por qué había pensado en mí. Yo había sacado un doctorado en la Universidad de Bolonia, donde los profesores eran semidioses. Él sabía que a mí siempre me interesó cómo daban clases por televisión en Italia y que había recibido un cursillo sobre el tema”, expresó la poeta Irma Lanzas, acerca de los inicios del proyecto de Televisión Educativa.
Béneke pidió a la Nippon Hōsō Kyōkai (NHK o Corporación Radiodifusora de Japón) que dirigiera un estudio acerca de la posibilidad de implementar la televisión educativa en El Salvador. Los resultados indicaron que el proyecto sería favorable y que valía la pena invertir en el equipo y logística para realizarlo.
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Walter Béneke y los inicios de la televisión educativa en El Salvador
Para el año de 1963, se creó una comisión para llevar a cabo el proyecto de la televisión educativa, sin embargo, no logró concretarse.
El 4 de noviembre de 1964, con poco presupuesto, se crea el Departamento de Televisión Educativa, pero no contó con el interés suficiente para el entonces Ministro de Educación.
En 1966, Béneke deja su cargo como embajador y es asignado como director de la Comisión de Televisión Educativa de El Salvador. Luego de varias reuniones, acuerdan implementar el programa con estudiantes de tercer ciclo de educación básica.
Canal 10 tenía una programación que servía como enseñanza para los estudiantes de diferentes escuelas. La dinámica consistía en que, el profesor encendía la televisión, donde se presentaba un vídeo de una clase o lección en específico, y luego proseguía con la enseñanza tradicional.
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Programas educativos entrañables para los salvadoreños
Actualmente, la televisión educativa es una herramienta que complementa la educación de la niñez y adolescencia. En El Salvador, se ha mantenido gracias al apoyo de instituciones estatales y el apoyo de la comunidad japonesa.
Un ejemplo claro y entrañable para los salvadoreños, es el programa ¿Puedo hacerlo yo?, en donde los protagonistas Noppo y Gonta enseñaban a los niños a hacer manualidades y utilizar herramientas como tijeras, papel y cinta adhesiva. Además de estimular la creatividad.
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Importancia de la televisión educativa en la actualidad
Con la llegada de la pandemia causada por el Covid-19, la educación pasó de manera presencial a remota, sin embargo, en El Salvador ya se contaba con una base establecida a través de la televisión educativa, pensada por Béneke en los años 60.
De esta forma, y a pesar de los problemas y obstáculos que el proyecto conllevó en sus inicios, es un legado para las nuevas generaciones y una herramienta que permitió que la educación continuara durante la cuarentena.
A su vez, permitió el refuerzo de los contenidos educativos y la televisión también se adaptó a nuevos retos y necesidades que la niñez y juventud salvadoreña enfrentarían para completar sus niveles de educación básica.
Después de su muerte en 1980, su visión de llevar la educación a través de un medio de comunicación masiva continúa dando frutos a través de la didáctica impartida mediante una pantalla, en un hogar salvadoreño.