El Club La Dalia, ubicado sobre la cuarta avenida sur, frente a la Plaza Libertad, en el centro de San Salvador, se mantiene como una joya arquitectónica que atrae a todo tipo de visitantes que son testigos y partícipes de distintas actividades culturales que se desarrollan en la capital.
“La Dalia” como se le conoce popularmente, fue bautizado así por un almacén que llevaba su nombre. Almacén de Novedades “La Dalia”, construido en 1885, siendo Salvador Rodríguez su propietario.
Con el paso del tiempo, el local ha sufrido numerosos cambios. Sin embargo, se mantiene como uno de los lugares icónicos y emblemáticos del Centro Histórico de San Salvador, gracias a detalles como su estructura y las incontables historias que se han vivido en su interior.
Orígenes de La Dalia
Construida en 1885 en una zona exclusiva en el comercio para las personas con mayor capacidad económica, la Dalia comenzó como un local construido originalmente en madera. Sin embargo, en 1915 tras incendiarse, llevaría a una reconstrucción a partir de materiales como hierro y cemento.
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Reconstrucción
En 1917, el local sufrió transformaciones en su diseño original, convirtiéndose en el primer edificio en contar con un elevador eléctrico en su interior. En el primer nivel se encontraban almacenes de telas, sastrerías, salones de belleza y también una abarrotería. Por otro lado, en el segundo piso se encontraba el Centro Español, fundado en 1891.
También existía otro negocio en su interior, llamado “La Ciudad de Londres”, un almacén de artículos para caballeros. Sus dueños eran los italianos Antonio y Gaetano Andretta, sin embargo, este negocio se perdió en el incendio de 1915.
En este año el edificio fue reconstruido bajo la tutela arquitectónica de la firma italiana A&A Farracuti. A partir de este momento pasa a ser el espacio para un almacén y para el Club Español. Años más tarde pasaría a ser sede del Club de Prensa.
En 1937, comienza a funcionar Club La Dalia hasta la fecha, y según Ángel Gómez, empleado del lugar, es el billar más antiguo del país.
Personajes distinguidos que visitaron La Dalia
Durante los años 40 y 50, El Salvador vivía una época totalmente distinta, no sólo por sus contextos sociopolíticos, sino culturales. En esos años sonaban y se veían otros artistas, entre los cuales destacaron los mexicanos.
En sus años de apogeo, La Dalia recibió la visita de personajes como Pedro Infante, Luis Aguilar y Lucha Villa, Aniceto Porsisoca, Alfredo Espino, Claudia Lars, Salarrué, entre otros.
A partir de este punto, La Dalia se consideró y es considerada un punto de convivencia cultural y artística que trasciende en la historia.
Las personas detrás del negocio
Originalmente, su dueño y administrador fue don Carlos Barrios, a quien de cariño le llamaban “El Playo”. Su trabajo iba más allá de administrar un billar, pues quería ayudar a construir una familia dentro del establecimiento.
Luego del fallecimiento de Don Carlos, la administración del club pasó a manos de su hija, por lo que su nombre pasó a ser recordado con cariño por los pasillos de La Dalia.
Sin embargo, a partir del 2011, el club contaría con una nueva administración a cargo de Don José Luis Villeda, quien, gracias a sus vivencias en Estados Unidos, pudo sostener y darle un nuevo impulso a La Dalia.
Don José Luis comentaba en una entrevista hace un par de años, que los tiempos más difíciles para él fueron los meses en que el centro histórico estaba bajo una remodelación, pues gracias a la falta de transeúntes varios negocios cerraron y los impuestos de varios locales antiguos aumentaron.
A pesar de la poca afluencia de visitantes durante la revitalización del centro histórico, Don José Luis se mantuvo en pie, y dirigió La Dalia hasta su fallecimiento en 2021.
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Atractivo cultural para las nuevas generaciones
Debido a su belleza arquitectónica, La Dalia siempre llamaba la atención al público, pero no fue hasta 2017 que comenzó a ser un lugar de entretenimiento para las nuevas generaciones, llegando a ser un espacio para artistas y su música.
Ángel Gómez, empleado del club menciona que actualmente mantienen las presentaciones musicales en vivo, además de exposiciones artísticas y fotográficas. Mientras tanto, por las tardes, La Dalia recibe a quienes quieran probar sus habilidades y disfrutar de una partida de billar en sus mesas.
Para Don José Luis, uno de sus propósitos en vida era que el club fuese reconocido como un espacio cultural donde las personas podían reunirse, convivir y disfrutar de música en vivo, exposiciones y admirar la belleza y nostalgia que genera el lugar.
Dentro de los pasillos del recuerdo
Dentro del club, podemos encontrar un billar en donde es común ver a la gente disfrutando de partidas por la tarde. Continúo al billar notamos la ubicación de un bar y una cocina, en donde las personas pueden degustar de la comida y bebidas del local.
En sus mesas de billar podemos ver tanto a jóvenes y turistas disfrutando de una partida, como a señores de tercera edad que pasan el momento practicando este deporte, jugando cartas, dominó o simplemente conversando unos con otros acompañados de música y el ambiente del centro que entra por los ventanales del Club La Dalia.
Junto a sus mesas de billar, un rincón que trae recuerdos de los orígenes del club. Un mural con fotografías en blanco y negro que es un atractivo para los turistas y las nuevas generaciones, que desean dar una mirada al pasado y conocer un poco sobre otra época, a través de La Dalia.