Gabriel Recinos
Los Juegos Paralímpicos de Tokio han sido el escenario de una nueva página de la historia deportiva de El Salvador. La justa, que se desarrolla del 24 de agosto al 5 de septiembre, vio alzarse a una nueva leyenda cuscatleca: Su nombre es Herbert Aceituno. Su hito fue conquistar la primera medalla paralímpica del país.
Herbert Aceituno, la Nueva Estrella Cuscatleca
Herbert Aceituno selló su hito la noche del 26 de agosto (hora de El Salvador). El nacional obtuvo el bronce en la categoría de 59 kg del powerlifting masculino. La lucha por las medallas fue muy cerrada, citó el Twitter oficial de los Paralímpicos.
Aceituno quedó muy cerca del chino Qi Yongkai, que se llevó el oro con 187 kg, y el egipcio Sherif Osman, plata con 187 kg.
Y como si de un presagio se tratara, el salvadoreño había dicho que su “sueño es ser un ejemplo de superación para las futuras generaciones de paratletas salvadoreños, que deben esforzarse cada día para ser mejores”.
Y Aceituno lo ha logrado con creces. Esta medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio es la cereza en un camino de ascenso meteórico que despuntó en 2016.
#CHN dominated the #Powerlifting on Day 3, taking three of the four #GOLD medals on offer. Watch the best moments.#Tokyo2020 #Paralympics @Powerlifting pic.twitter.com/faQ9Zy9Gz7
— Paralympic Games (@Paralympics) August 27, 2021
Alzando Ilusiones
Herbert Aceituno se ha hecho de un nombre en el paralimpismo sobre la base del esfuerzo. A sus 35 años ha destacado en múltiples competencias, donde ha cosechado triunfos.
Sin embargo, no siempre fue fácil. Su vida ha sido un ejemplo de lucha. Nació con acondroplasia e hidrocefalia, por lo que los médicos le daban tres meses de vida, ha relatado.
De acuerdo con MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la acondroplasia es un trastorno del crecimiento de los huesos. Añade que esta condición es la que ocasiona el tipo más común de enanismo. Sobre la hidrocefalia, la define como la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
En la infancia y adolescencia, Herbert Aceituno vivió la discriminación. “En la escuela, a partir del cuarto grado tuve una marginación muy grande por parte de muchas personas. Quería acercarme, pero el rechazo fue grande. Yo no entendía”, contó el paratleta, según reportes de la web de los Paralímpicos.
Pero todo cambió a los 23 años. Un amigo lo invitó a levantar pesas y su vida tomó otro rumbo. “El mundo paralímpico me abrió los ojos de otra manera y me cambió la vida. Ahora soy independiente”, añadió.

El Ascenso de un Campeón
Una vez inmerso en el paralimpismo, Herbert Aceituno descubrió que las barreras están en la mente. En principio quería ser futbolista, pero explotó su potencial en las pesas.
El primer destello llegó en el año 2016. Aunque realmente fue un golpe firme sobre la mesa del paralimpismo. El salvadoreño participó en el Campeonato Mundial de Powerlifting, que se llevó a cabo en Brasil. Ahí, Herbert Aceituno grabó su nombre. En la categoría de los 72 kg, el salvadoreño se quedó con la medalla de oro.
El mismo año, Aceituno asistió a los Juegos Paralímpicos de Río. Fue el único salvadoreño que se hizo presente en la justa. Logró su boleto directo tras ascender al puesto 13 del ranking mundial de la disciplina, producto del oro del mundial.
Tres años después de esa experiencia llegó el salto a la élite. El escaparate fueron los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019. Aceituno se coronó campeón e impuso una nueva marca en los Juegos. Además fue elegido el “Mejor paratleta hombre de Lima 2019”.
Pero sus logros no pararon ahí. El pasado mes de marzo, en Colombia, logró la medalla de plata en la Copa del Mundo de Parapowerlifting. Tres meses después alcanzó el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Dubái, donde selló el boleto a Tokio.

Medalla con un Guiño Hacia el Cielo
“La discapacidad viene de la mente, no del cuerpo”. Esas fueron las palabras del paratleta salvadoreño Herbert Aceituno a su arribo a la Villa de los Juegos de Tokio. Además, ha tenido una motivación extra: los recuerdos de su padre.
Don Gilberto Aceituno siempre estuvo al lado del ahora medallista de los Juegos. Fue su apoyo. Y sin duda el combustible para tocar la cúspide deportiva en Tokio. El pasado 26 de agosto, en su cuenta de Twitter, escribió: “Si Dios me lo permite, haré lo mejor y en memoria de ti, papá”.
“La gloria sea para Dios, en nombre de mi padre. Te cumplí, mi viejito (…) Gracias a Dios se logró el sueño Paralímpico y sé que desde el cielo estás muy contento por este logro. Te amo, papá”, añadió tras lograr el bronce.
La gloria sea para Dios en nomnre de mi padre te cumpli mi viejito#Construyendoelcamino #Copesa #Coaspaes #Parapowerlifting #workout#Sosmiangeldesdeelcielo ❤️❤️ https://t.co/rY2PIZpX7D
— Herbert Aceituno (@herbertaceitun1) August 27, 2021
La Historia de Herbert Aceituno
En el siguiente video producido por el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), se presenta la historia de Herbert Aceituno previo a su medalla paralimpica ganada en Tokio.
Paralímpicos de Tokio
Los Juegos Paralímpicos llegan a sus 61 años de historia. La presente edición, además de haber sido retrasada por la pandemia, también ostenta otro registro histórico. Los Paralímpicos de Tokio tienen el récord del mayor número de atletas y mujeres.
En total, los Juegos de la ciudad nipona cuentan con 4,403 atletas. De estos, 2,250 son hombres y 1,853 mujeres, quienes competirán en 22 deportes y 23 disciplinas.
“En los próximos días, las extraordinarias actuaciones de los atletas Paralímpicos destrozarán los estereotipos y demostrarán por qué las personas con discapacidad deben ser miembros activos, visibles y que contribuyan a la sociedad global, ahora más que nunca”, dijo Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional
Otro dato curioso es que Tokio es la primera ciudad en ser dos veces anfitriona de los Paralímpicos. La primera vez fue en 1964. En esa oportunidad participaron 21 países y 378 atletas.