Las características para llamarse “salvadoreño” van más allá de haber nacido en el pulgarcito. El talento, los valores, las típicas frases y costumbres, nos ayudan a comprender el verdadero significado. Esto es algo que el hermano lejano lleva donde quiera que esté.
Desde los años ochenta, debido a la guerra civil, los salvadoreños optaron por buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos. Para el año 2019 según publica la ONU, al menos 1.600.739 salvadoreños, se encuentran en Estados unidos, lo que supone un 24,1% de la población de El Salvador.
Pero, el vivir en otro país no hace que el salvadoreño se olvide de sus verdaderas raíces. Por eso te presentamos algunas características salvadoreñas, que todo hermano lejano aún conserva.
El Amor a la comida salvadoreña
Si bien es cierto que en Estados Unidos hay locales donde ofrecen pupusas, muchos de los salvadoreños prefieren cocinarlas, especialmente los fines de semana, para que la tradición de comer en familia y amigos no se pierda.
Pero no solo siguen conservando el amor a este platillo sino también a los platos típicos de días festivos como el pescado envuelto, nuégados, jocotes en miel, torrejas, entre otros.
El habla cuscatleca
El lenguaje y dialectos distingue a los salvadoreños. El español de El Salvador es diferente, tiende a ser más rápido, tiene un léxico muy particular y se distingue entre los demás latinoamericanos.

Y si eres mujer salvadoreña y ya eres madre no pueden faltar las típicas frases hacia tus hijos:
Talentos salvadoreños también recuerdan a través de su música diferentes frases o palabras que todo Guanaco utiliza.
Sabemos que existen mas características salvadoreñas que nuestros hermanos lejanos aún conservan, porque dejar de ser guanacos “está yuca”. No importa que los años pasen, aún si nunca se regresa a El Salvador, el orgullo de ser salvadoreño siempre se mantendrá en el corazón.
La cumbia salvadoreña
Cabe destacar que, no importa donde el salvadoreño se encuentre, siempre para cumpleaños, fiestas navideñas o un fin de semana entre amigos o familia, la música de nuestro país se hará presente.
Los hermanos flores, Jhosse Lora, Aniceto Molina, Marito Rivera y su grupo bravo, entre otros, son los que suelen sonar en el hogar de los salvadoreños, ya sea en el Pulgarcito o en cualquier lugar del mundo.
Sabemos que existen más características salvadoreñas que nuestros hermanos lejanos aún conservan, porque dejar de ser guanacos “está yuca”. No importa los años que pasen o si nunca se regresa a El Salvador, nuestro orgullo de ser salvadoreño siempre se mantendrá.
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