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El occidente del país posee muchos atractivos turísticos: El cerro verde, Volcán Ilamatepec, Lago de Coatepeque, Ruta de las flores, entre muchos otros. Pero, en el municipio de Atiquizaya, departamento de Ahuchapán, hay un tesoro natural poco conocido: El Salto de Malacatiupan.
En esta ocasión Guanacos.com le presenta un poco de la historia y belleza de este hermoso y mítico lugar.
La ciudad de los manantiales

Atiquizaya, que en náhuat significa “lugar abundante en aguas” o “lugar de manantiales”, fue fundada y habitada por indios maya-quiché. Obtuvo el título de ciudad el 19 de febrero de 1859. Sus fiestas patronales son del 29 de noviembre al 8 de diciembre, en honor de la Inmaculada Concepción de María.
Atiquizaya es nacionalmente conocida por sus artesanos del metal y por su famosa y peculiar forma de cantar el juego de la lotería.
El Municipio El municipio de Atiquizaya posee aproximadamente veintisiete fuentes de aguas templadas, pero potables; cuenta con algunos ríos importantes como: río Agua Tibia, río San Antonio y río Zunca.
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El salto de Malacatiupan, el Templo Redondo

El Salto de Malacatiupan, en náhuat “templo redondo”, tiene cuatro grandes cataratas de aproximadamente 12 metros de altura cada una, que forman una poza con agua de color turquesa. Además, una de las peculiaridades del Salto es que la segunda y tercera cascada están divididas por una roca, cuya apariencia, si se mira con calma, se asemeja al rostro de un mono.
Estas cascadas se caracterizan por darle vida a un río agua de aguas termales que fluye entre un terreno con poca vegetación, pero que ofrece espacio para la aventura y el entretenimiento.
Las aguas termales de este espacio, que suelen rondar los 35 grados, son populares por ser beneficiosas para toda clase de males venéreos y enfermedades cutáneas, además de poseer efectos relajantes en el cuerpo. Si necesitas un Spa natural definitivamente este es el lugar indicado.
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La leyenda que acompaña a las cascadas del Salto de Malacatiupan

Según la tradición oral, hace años existió un joven llamado Juan, él se enamoró de una bella mujer conocida como María. Cada día, ella viajaba desde su casa hasta el Salto para dejarle almuerzo a su padre, Juan esperaba con ansias aquella hora para poder verla.
Según la historia, los terratenientes deseaban a María, un día uno de ellos la pidió como regalo de cumpleaños, la mandó a raptar, la violó y la mató. Cuando Juan se dio cuenta de la muerte de María dio filo a todos sus corvos y empezó a pelear con los terratenientes. También robó todas sus pertenencias y las repartió entre las familias más pobres.
No obstante, se dice que algunas de las joyas, adornos y dinero que le sobraron a Juan fueron escondidas en una cueva que está cubierta con la corriente de la tercera cascada de Malacatiupan. Hasta la fecha nadie ha podido encontrar el tesoro y que sigue escondido esperando a una persona valiente para ser recuperado, los lugareños cuentan que hay personas que han intentado encontrar el tesoro pero no han podido.



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¿Cómo llegar al Salto de Malacatiupan?

Dependiendo de cómo quiera llegar hacia el Salto de Malacatiupan, existen dos maneras recomendadas por Guanacos.com para visitar con total seguridad este destino turístico.
Si va desde San Salvador, en carro, puede bajar por la carretera de Los Chorros, hacia Ahuachapán, debe tomar el desvío hacia la ciudad de Atiquizaya. Una vez en el pueblo toma la calle empedrada junto a la Iglesia y sigue por aproximadamente 10 minutos hasta llegar al “puente angosto”, justo después del puente está la entrada a las cascadas.
Si decide aventurarse a ir en bus, puede tomar el bus ruta 202 con destino a Ahuachapán y bajarse en el parque central de Atiquizaya, luego puede toma un mototaxi, famosos de la ciudad, y decirle al motorista que lo lleve a “el salto”.