Ángel Barrera es un salvadoreño de 33 años de edad que está dando rienda a sus sueños en suelo europeo. Este santaneco decidió emprender años atrás su viaje al Viejo Continente con el objetivo de seguir sus estudios y ahora es un embajador del café salvadoreño.
Ahora que está radicado en Francia, impulsa el consumo de una de sus pasiones: el café salvadoreño. Esta pasión no es coincidencia. El amor por el grano lo lleva en la sangre.

Como el mismo Ángel contó, no tuvo alternativa. Nació en el mundo del café en Santa Ana.
“Dicen que una vez que entras al mundo del café, es imposible salir de él. Yo no tuve alternativa, nací en él”, explicó.
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En busca de un sueño
Ángel es ingeniero agroindustrial, graduado de la Universidad Dr. José Matías Delgado, dejó El Salvador en 2010. Sus altas calificaciones le permitieron exonerarse del trabajo de tesis, contó. Por tanto, ese tiempo lo dedicó a pulir el aprendizaje en otro idioma, con miras a una maestría en Europa.
Aplicó a dos universidades. Fue aceptado en dos: en la Universidad de Maribor, en Eslovenia, y en la Escuela Superior de Agricultura, en Angers, Francia.

Este salvadoreño se decantó por el Master Food Identity. “No pude obviar el hecho de todas las ventajas que podría tener de estudiar en un país como Francia”, explicó.
Además, añadió, el Master Food Identity “era muy específico en aspectos de valorización de producción local, y era un tema que siempre me apasionó”.
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Premio al esfuerzo
Ángel forma parte de Belco, una empresa francesa que comenzó como un emprendimiento familiar, pero que continúa creciendo. Cuenta que inició como pasante.
Y en seis meses armó la división de calidad y estructuró la escuela de café. Luego fue contratado para desarrollar las ventas en el extranjero. Ahora es director Sourcing de la compañía.

“Mientras continuaba desarrollando las exportaciones, con el paso de los años tuve la oportunidad de tomar la dirección de compras, y terminé creando la división Sourcing”, explicó.
Dicha división, añadió, tiene las áreas de calidad, compras e ingenieros de campo, además de las agencias fuera de Francia.
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Aprendizaje y crecimiento
La posición que Ángel posee fue fruto de recorrer un camino lleno de esfuerzo y sacrificio. Ángel comenta que al llegar a Belco el mercado de cafés en Francia, como en varios países europeos, era casi inexistente.
“Eran momentos en que para el consumidor de café promedio, el café se producía en Italia”, cuenta.

La tenacidad y paciencia asegura fueron los pilares para lograr los objetivos trazados.
“Es algo muy rico profesionalmente, no solo poder ayudar en el crecimiento de una empresa, pero también en su estructuración”, dijo.
Belco en El Salvador
La empresa francesa continúa creciendo. Actualmente está compuesta por más de 40 personas y tiene presencia en tres continentes.
“Cuando entré, yo era el número 14 de la empresa, hoy ese número es el de personas que tengo en mi servicio”, cuenta este salvadoreño embajador del café.

Parte de la expansión de Belco incluye la sede en San Salvador. La oficina funcionará como una agencia de Sourcing regional. En ella se gestionará la compra, se analizará la calidad y se dará acompañamiento técnico a productores desde Guatemala hasta Panamá, explicó Ángel.
“Me considero un embajador del café de muchos amigos salvadoreños. Desde mi incursión como profesional en el mundo del café, siempre milité porque el grano salvadoreño fuese reconocido a su justo valor”, dijo.
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