Dedicar la vida para ayudar a otros es una vocación. Quienes deciden tomar este camino saben que con una pequeña acción pueden impactar una vida. Y eso es algo que tiene claro la joven salvadoreña Gladys Urquía que lo hace en el Hospital Rosales.
Esta chica de 26 años, originaria de San Marcos, decidió ser fuente de inspiración para otros salvadoreños. Su vida no ha sido fácil. Pero han sido precisamente esas pruebas las que le han marcado su camino. Nada ha hecho que pierda su buena vibra guanaca.

Gladys se describe como un milagro que camina. De pequeña fue diagnosticada con la enfermedad Guillain-Barré. En 2014, cuando iniciaba sus estudios universitarios, supo que tenía cáncer de colon. En su ir y venir en el Hospital Rosales vio todo tipo de casos, comentó.
“Empecé a ver casos todavía más graves y empecé a tener la inquietud de ‘ya sobreviviste, Dios te ha dado otra oportunidad de vida, y ahora qué estás haciendo para impactar a los demás”
Gladys Urquía
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Fundación Esperanza en Hospital Rosales
Gladys forma parte de la Fundación Esperanza desde el año pasado. Con ellos, visita el Hospital Rosales los días viernes. Aunque por el momento, debido a la pandemia, han tenido que suspender actividades.
Este grupo, compuesto por personas que han pasado por algún diagnóstico de cáncer, se encarga de transmitir mensajes de esperanza a pacientes en diferentes hospitales.




“Empecé ayudándoles a repartir el refrigerio, luego fui ascendiendo y ahora soy la encargada del área espiritual. Tengo el privilegio de compartir reflexiones bíblicas y de orar por los pacientes”
Gladys Urquía
Gladys añade que con la fundación tratan de llevar un poco de todo, “porque trabajamos con musicoterapia, risoterapia y el área espiritual de los pacientes”.
Para poder cumplir su misión, Gladys dividía su tiempo entre el trabajo junto a su madre en el mercado La Tiendona, sus estudios y las visitas al hospital.
Les quiero presentar parte de el trabajo que Dios me permite realizar a través de Fundación Esperanza a los pacientes de hematología del hospital Rosales.
— Gladys Ardón. (@GladysArdon) July 25, 2020
Puedo hablar de milagros no porque me los contaron si no porque yo los experimento a cada instante en mi vida. pic.twitter.com/EEaFlw1Uvs
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Satisfacción por inspirar a otros salvadoreños
“Era bastante movido ese día: madrugar, andar moviéndose todo el día. Hubo ocasiones que era muy cansado y desgastante, pero la satisfacción de saber que estaba inspirando a otros y luchando por lo que yo quería, era lo que al final me daba fuerzas”



Esta joven salvadoreña recalca que lo que busca es regresar lo que otros hicieron por ella. Gladys busca llegar a tener una conexión con los pacientes, ayudarles a reír, llenarlos de esperanza.
“Sé que todos tenemos algo, una historia que dar, y a veces un minuto que le dediquemos a una persona, algunas palabras le pueden cambiar la vida”, explicó.
Familia solidaria
Además de dedicar parte de su tiempo con la Fundación Esperanza, Gladys comenta que a manera familiar tienen un proyecto en el Hospital Rosales.
“Los fines de semana entregábamos tamales afuera del Hospital Rosales. A veces también íbamos al Centro a entregar comida los domingos”, explicó.

“Mi mamá fue la de la idea porque en el hospital siempre hay gente que pasa días enteros y no tienen nada, porque son personas que vienen de lejos, y tratamos de ayudar un poco”, agregó.
La pandemia las ha llevado a paralizar este proyecto. Pero no ha sido impedimento para ayudar de otras maneras. Gladys cuenta que realizaron entrega de víveres que recolectaron junto a los vendedores del mercado La Tiendona.
“Fuimos a repartir verduras donde habían banderas blancas”, dijo.
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Transmitiendo la #BuenaVibraGuanaca
Gladys considera que más personas como ella, sobrevivientes, deberían de aprovechar su historia y transmitir la buena vibra guanaca.
“Que recuerden de dónde Dios los sacó y que no se olviden del favor, la gracia y la misericordia de Dios. Que no oculten sus testimonios y sus talentos, porque cuando menos pensamos, podemos ser inspiración para otros y podemos salvarle la vida a alguien”, sentenció.
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