Dar sin esperar nada a cambio. Esa fue la premisa con la que un joven tecleño decidió emprender una especial misión en su comunidad. Trata de mantener un bajo perfil, no busca destacar en las fotos. Su objetivo es ayudar y promover la buena vibra guanaca.
Nos referimos a Vittorio Alexander Gallardo Santamaría, de 30 años de edad. Su lugar de residencia es la comunidad Quequeisque, en Santa Tecla. Este salvadoreño, estudiante y locutor en la radio de la Universidad Alberto Masferrer, inició su labor altruista el pasado mes de julio.
Quienes lo conocen los describen como un persona activa, decidida, entregada a sus proyectos, un tipo con buena vibra guanaca. Por eso, cuando la pandemia comenzó a afectar más a su comunidad, decidió actuar.

“Nuestra comunidad es de escasos recursos y las personas empezaron a fallecer. Las autoridades no mandaban ni a fumigar, mucho menos a higienizar”, cuenta su madre, Victoria Santamaría.
La poca unidad e indiferencia entre los vecinos que caracterizaba a la comunidad preocupó a su madre. Ella se lo comentó a Alex. Pero su convicción era más fuerte.
“Yo no espero nada de nadie y ningún beneficio de nadie. Lo hago porque ya no quiero ver morir personas”, fue la respuesta de Alex.
La iniciativa con buena vibra guanaca
Todo comenzó con una plática con una amiga, explica Alex. La primera idea fue hacer campañas de limpieza. El reto: convencer a los vecinos. El primer paso de este salvadoreño fue redactar un comunicado para la comunidad.
“En el comunicado les pedía a las personas si podíamos hacer una campaña de limpieza, que no era esa la solución a la pandemia, pero que lo hiciéramos regularmente, que todos los días laváramos las aceras y paredes. Lo lancé y lo dejé para un domingo a las 8 de la mañana”, contó Alex.
Los nervios se apoderaron de él. Nadie respondió al mensaje colocado en un grupo de WhatsApp. El día de la convocatoria llegó.
“Eran las 7:30 de la mañana. Salí al pasaje, frente a mi casa, y no vi a nadie. Entonces empecé a barrer. De repente salió una vecina, como a tres casas de distancia, y dijo: ‘ya salió Alex’, y empezó a barrer. Luego, todo el pasaje empezó a hacer lo mismo y empezaron a caer fotos de los otros pasajes que estaban participando de la iniciativa”, recuerda emocionado, reconoce que trasmitió la buena vibra guanaca a sus vecinos.
Puede leer: Gladys Urquía, la joven salvadoreña que lleva esperanza al Hospital Rosales
Alex, un referente de la comunidad
En un mes, su buena vibra le permitió pasar a ser un referente en la comunidad, explica su amigo Maynor Reyes.
“Alex viene a ser como un ejemplo, un referente para sus vecinos y amigos porque gracias a él, con la iniciativa, todos se fueron uniendo y están buscando la manera de seguir ayudando a sus vecinos”, explicó a Guanacos.com.
El mismo Alex reconoce ese cambio con sus vecinos. “La misma gente de la comunidad que al principio casi no me conocían, o no me llevaba con ellos, ya me estaban viendo como referente, como líder”, explicó.

Puedes leer: La Cipotada construye viviendas para salvadoreños afectados por las lluvias en Morazán
Canalizando la ayuda
La unión lograda en la comunidad tuvo alcance fuera de El Salvador. Personas en Estados Unidos se sumaron a la campaña. Sus donativos permitieron comprar cuatro bombas de riego que han usado en las jornadas de sanitización.
Desde entonces, cada domingo han realizado fumigaciones. La primera vez, unos vecinos donaron el amonio. Luego Alex buscó apoyo de la Alcaldía a través de una carta. La respuesta fue positiva.
“Luego otra persona en Estados Unidos me dijo ‘mirá, Vitto, te van a llevar unas bolsas de alimentos. Yo las he encargado, ya van preparadas y se las vas a entregar a estas personas. Son para familias de más escasos recursos’”, explicó.
Con el apoyo de otra persona en el extranjero lograron comprar vitaminas y medicamentos. Para poder ayudar a más vecinos, buscaron el apoyo de una persona que trabaja en un laboratorio para obtener mejores precios.
“Así, con el poquito dinero que teníamos, logramos comprar más medicamentos y abastecer a más familias con medicamentos”, señaló.
Uniendo a la comunidad
“Toda la comunidad se ha unido, han dejado problemas atrás, y Vitto tiene el liderazgo. Ha puesto la cara por la colonia y se anda rebuscando hasta el día de ahora para que los controles sanitarios se sigan dando y la repartición de víveres”, dice Óscar Lovato, amigo y compañero de Alex en la radio.
Alex, por su parte, dice estar feliz de lo logrado. Empezó trabajando con siete jóvenes como voluntarios para las entregas y jornadas de sanitización. Ahora son alrededor de 15 jóvenes.
“Después de que en la colonia unos no se llevaban, quizá había mucha discordia, división entre vecinos, últimamente se ha visto la unión de los vecinos, que nos estamos apoyando entre todos”, comenta.
Con la buena vibra que lo caracteriza, no desaprovecha para agradecer el apoyo de la comunidad. “Yo agradecido con todos porque una sola persona no puede hacer todo por la comunidad. Al final, ver a un ancianito que estaba en estado crítico y ver que sale a la puerta a recibirnos, es una alegría que no tiene precio”, manifestó.
Puede leer: Joven surfista muestra su solidaridad ante la crisis
Buena vibra con la comunidad
El trabajo, lejos de haber terminado, continúa. Alex es consciente de ello. Pero recalca que poder transmitir su buena vibra y ayudar es gratificante.
“Es muy gratificante cuando uno llega a una casa, cuando te encuentras a una persona en la calle y te dice ‘muchas gracias, gracias por lo que está haciendo’”, cuenta.
“Es una felicidad bastante buena porque uno da y da y sabe que al final quien le va a retribuir es Dios. Uno no espera nada a cambio”, sentenció.