Nathalie Trabanino
En Comasagua, una villa privilegiada por su ubicación en medio de vegetación, destaca el Peñón de Comasagua, una curiosa y elevada formación rocosa que, muchos años atrás, sirvió como faro natural para los navegantes que viajaban a El Salvador.
Le llaman el “Quepis Salvadoreño”, porque tiene la forma de una gorra militar e incluso se dice que pudo haber sido la inspiración de uno de los más característicos elementos del escudo nacional de El Salvador.
También se le conoce como “Piedra de Santiago” y alcanza una elevación de 900 metros sobre el nivel del mar. Desde la cúspide de este atractivo natural de Comasagua se pueden apreciar las playas del Pacífico y la Cordillera del Bálsamo, entre otras elevaciones.
Comasagua, naturaleza cerca de San Salvador
El municipio de Comasagua, en el departamento de la Libertad, está a 30 minutos de San Salvador y Santa Tecla, pero por su lado montañoso se puede llegar a Tamanique y seguir la calle hasta las playas de El Sunzal.
Fue declarada villa en el año 1924. Comasagua viene del vocablo mazahua, que fueron una tribu indígena precolombina. También se puede traducir como los que tiene venados por los vocablos mazat (venado) y hua (el que tiene algo).
En idioma Nahuát es simplemente la ciudad de los Mazahuas. Pero también se le traduce como “Joya del Venado de Cola Blanca”, pues la abundante vegetación que rodea al municipio desde siempre ha albergado muchos venados y otras especies de la fauna salvadoreña.

El Peñón de Comasagua se ubica a unos 6 kilómetros al sur del casco urbano de la villa. Este atractivo natural es visitado por muchos excursionistas. Actualmente la entrada es gratuita.
Vistas Privilegiadas
En días despejados, desde su cima se puede observar con claridad el mar y la cima del volcán de San Vicente, mejor conocido como “Chinchontepec”. La caminata hacia la peña permite tener un contacto directo con los maizales que abunda en la zona de Comasagua.
“En el camino vimos unos hermosos paisajes que te dejan sin palabras de lo hermoso que es El Salvador, dice Cindy Méndez, que mantiene un blog de aventuras turísticas y ha hecho recorridos por el “faro” de Comasagua.
Para llegar al peñón se debe realizar primero un recorrido de aproximadamente 6 kilómetros, desde el pueblo, hasta las zonas aledañas a la peña. Generalmente este primer recorrido se hace en bus o automóvil. Después, se debe emprender una caminata de aproximadamente 1 kilómetro, para llegar a la parte inferior de la roca.

Para subir a la parte más alta de esta peculiar roca, se han construido alrededor de 70 gradas de cemento que rodean la peña.
“Fue una experiencia diferente, porque a pesar de la inclinación en el camino, se disfruta del aire fresco y de la vegetación que hay en los alrededores, eso hizo que me relajara. Vale la pena porque cuando se llega a la altura máxima, se disfruta del paisaje”, expresó Amanda Quintanilla, una de las turistas que encontramos en el lugar.
Un Guía en Cuatro Patas
Muchos turistas, en varios de los recorridos, tienen la dicha de concentrarse con “Terry”, un perro que habita en la zona y acompaña a los visitantes a escalar el peñón. “Siento que es un perro admirable, porque aunque no conoce a la gente, muestra una actitud amable con todos”, comentó Quintanilla.

El Peñón de Comasagua durante muchos años se conoció como “el faro” porque su altura y su forma destacan y se mira desde la distancia. Es por ello que en épocas pasadas, la famosa piedra servía como guía para muchos de los navegantes y barcos que llegaban al Puerto de La Libertad.
Algunos años atrás, otro de los símbolos que se observaban en este lugar fue una enorme cruz en el punto más alto del peñón. Según el sitio web www.mapadelturista.com, “en cierta fecha del año se efectuaba una misa en dicho lugar, con el paso del tiempo y las inclemencias del clima la cruz cedió y desapareció del lugar”, explica la información de dicho sitio web.
Turismo Gastronómico
En los alrededores del peñón de Comasagua se pueden encontrar una serie de establecimientos que reciben a turistas nacionales e internacionales, entre ellos el Mirador de la Giralda y la Finca Santa Marta, dos de los lugares que ofrecen variedad gastronómica.
Establecimientos como estos ofrecen a los turistas el recorrido guiado al peñón. “Comasagua es un rincón mágico, para nosotros es un orgullo hacer turismo aquí. Realmente es importante conocer todos los lugares que El Salvador ofrece”, dijo en una entrevistas uno de los encargados.