Gabriel Recinos
El tenis de El Salvador ha vuelto a colocarse en el ojo del mundo. Pasaron 54 años para que un jugador con sangre cuscatleca pisara el podio de un Grand Slam. El artífice de esa hazaña es el sonsonateco Marcelo Arévalo. Hace cinco décadas, la gloria la daba “Rosie” Casals.
“Chelo”, junto a la mexicana Guiliana Olmos, terminaron subcampeones en dobles mixtos del US Open 2021. Un hito para la raqueta 1 de El Salvador.
Pero antes que él hubo otra tenista de sangre salvadoreña que llegó al podio del Abierto de Estados Unidos. Su nombre es Rosemary Casals. Nacida en Estados Unidos, hija de inmigrantes salvadoreños, destacó en el Grand Slam norteamericano en singles, dobles y dobles mixtos.
El tenis con sangre guanaca ha vuelto a destacar. Y Marcelo Arévalo, al igual que “Rosie”, ha demostrado el talento salvadoreño.

Marcelo Arévalo, el guanaco de la élite del tenis
Marcelo Arévalo es un viejo conocido en el tenis mundial. El sitio oficial del ATP World Tour señala que Chelo comenzó muy temprano, a la edad de 8 años. La pasión por el tenis la heredó de su padre, que practicaba la disciplina, agrega.
Chelo ha cosechado victorias en múltiples certámenes, desde su ingreso a la ATP en 2012. Sus actuaciones le han valido para escalar en el ranking mundial. Actualmente el sonsonateco está entre los mejores 40 de dobles.
El tenista guanaco es número 36 de dobles, según la ATP (actualización al 30 de agosto de 2021). Hasta el momento, esta es la posición más alta en toda su carrera. En “singles”, Marcelo logró su mejor ranking el 2 de julio de 2018, al ubicarse en la casilla 139.
Victorias memorables de Marcelo Arévalo en el tenis mundial
Lo logrado por Marcelo Arévalo en el US Open 2021 es la culminación de años de trabajo. Los cuales se han visto reflejados en otras actuaciones destacadas en el tenis mundial.
En 2018, Chelo llegó a la cumbre de la disciplina. En combinación con el mexicano Miguel Ángel Reyes Varela, el cuscatleco ganó en dobles en el Abierto de Los Cabos.
Y previo al US Open, en agosto recién pasado, el tenista nacional salió campeón del ATP 250 de Wiston-Salem. La página dorada en su carrera la escribió junto al neerlandés Matwé Middelkoop. Este sería el torneo de preparación para la cita en suelo estadounidense.
Los Arévalo, sinónimo de orgullo guanaco
Al igual que Marcelo, su hermano Rafael Arévalo destacó en el deporte blanco. Rafa lideró por una década como número 1 al equipo salvadoreño de la Copa Davis.
Entre los hitos más memorables de Rafa está su participación en los Juegos Olímpicos de 2008. En la cita olímpica se midió al entonces número 1 del mundo, el suizo Roger Federer.
El cuscatleco fue un digno rival para el llamado “Expreso Suizo”. A sus 22 años plantó cara contra el que ya despuntaba como uno de los mejores tenistas de la historia.
Rosie Casals, sangre guanaca en el Salón de la Fama
Cincuenta años atrás, la hija de unos inmigrantes salvadoreños plasmó su nombre en la historia del tenis mundial. Rosemary Casals fue una tenista y pionera del juego profesional femenino, destaca el sitio web del International Tennis Hall of Fame.
Además de poseer una velocidad vertiginosa, fuerza, estilo y creatividad, fue reconocida por su búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres en el tenis. “No pidió cortésmente que a las mujeres se les pagara lo mismo que a los jugadores masculinos, lo exigió y no se disculpó”, reseña la ITHF.

Guanaca en el Top 3 del Tenis Mundial
Durante su carrera, Casals sumó 595 victorias en individuales y 508 en dobles. La International Tennis Hall of Fame recalca que se ubicó entre las 10 mejores jugadoras del mundo durante 12 temporadas.
Su mejor posición en el ranking lo logró en el año de 1970. En ese momento se erigió como la tercera mejor jugadora en individuales.

Reina del US Open
Casals fue una recurrente finalista del Abierto de Estados Unidos. En “singles”, fue semifinalista en 1966 y 1969. Y llegó a la final en 1970 y 1071. En dobles, fue campeona en cuatro ocasiones (1967, 1971, 1974 y 1982).
Y al igual que Marcelo Arévalo, también disputó el US Open en la categoría dobles mixtos. Los registros de la ITHF indican que fue finalista en 1967 y 1972. Logrando alzarse con el título en 1975.
Otros triunfos de la tenista con sangre guanaca fueron en Wimbledon, donde se coronó campeona de dobles en 1967, 1968, 1970, 1971, 1973. Y en dobles mixtos lo logró en 1970.