La Fiebre Amarilla siempre ha sido contagiosa. Contagiosa gracias a su pegajoso ritmo y sus letras que siguen encantando a la población. “Yo soy guanaco, sí señor, guanaco soy, nada es mejor. Yo soy guanaco, sí señor, guanaco soy de corazón…” reza una sus canciones más populares.
La Fiebre nació en 1971, luego de que el grupo Los Kiriaps, tuviera que disolverse por cuestiones económicas. De esta separación nació una nueva oportunidad. Si hay algo que caracteriza al salvadoreño, dicen los integrantes de La Fiebre, es que siempre encuentra un nuevo comienzo tras un final.
¿Pero cómo fue la transición entre un grupo de rock como Los Kiriaps a una banda como La Fiebre Amarilla?
Los Inicios de La Fiebre Amarilla
Guillermo Francisco Maldonado Sandoval, mejor conocido como Willie Maldonado, fue el representante del grupo desde sus inicios y en su página web Las Grandes Viejas pero Buenas expresa cómo sucedió este proceso:
“Siendo su productor discográfico y amigo personal de la mayoría de sus miembros, les sugerí dejar ese clima de “buena onda” y trabajar en forma profesional, para obtener los beneficios que tenían derecho a alcanzar”.
Fue gracias a sus comentarios que esta transición pudo darse de manera seria y, sobre todo, de lo más natural posible. Eso sí, los cambios implicaban un giro de 180° frente a lo que los miembros de la banda estaban acostumbrados por su experiencia anterior. Según lo explica Willie:
“Luego, vino la noche de los “¡Nooooo!”:
– “Usarán uniforme” Nooooo!
– “Cantarán boleros” ¡Nooooo!
– “Los horarios serán obligatorios” ¡Nooooo!
– “Les cortaré las melenas” ¡Nooooo! ¡Nooooo! ¡Nooooo!”.
Así, a pesar de las sorpresas que este cambio supondría, el génesis de la banda se dio entre los miembros originales del grupo: Tony Delgado, German Mangandi, Armando Zepeda (†05.11.09), Jorge Rivera (†13.03.07) y Mariano Rodríguez (posteriormente sustituido por Juan Flamenco).
Fue esta primera alineación la que consolidó a la banda entre los gustos musicales de los salvadoreños durante buena parte de la década de los setentas. La Fiebre cautivó a chicos y grandes por su variado estilo musical y su repertorio lírico que era sencillo de aprender y corear al verlos en vivo.
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La Fiebre Amarilla y su paso por Estados Unidos
La situación bélica en el país en la década de los ochenta dificultó que la banda pudiese continuar tocando con plena libertad, por lo que se vieron en la necesidad de emigrar en 1981 hacia los Estados Unidos, donde la banda encontraría un nuevo nicho musical: los salvadoreños radicados en el país norteamericano.
Apelando a la nostalgia de sus letras y los tópicos que popularizaron sus canciones, la Fiebre Amarilla tuvo la posibilidad de expandirse musicalmente, gracias al impulso que el ex-vocalista, Manuel Gómez, le daría a la agrupación, llevándolos hacia nuevos terrenos sonoros.
La banda regresó a finales de 1984, con nuevos hits bajo la manga, como “La Cartera”, “Te Pica”, “Quédate Conmigo”, entre otros más, con la finalidad de que todo lo que compusieron en tierras extranjeras, pudiese ser disfrutado en su hogar, en El Salvador, junto a los salvadoreños que les apoyaron por años.
Un trabajo complicado, ciertamente, según han relatado sus integrantes. Quienes los han conocido por años afirman que a base de esfuerzo y sobre todo por su gran habilidad de interpretar diferentes géneros musicales, lograron evolucionar y volver a colocarse en uno de los grupos más sonados en el país.
Enfoque musical de La Fiebre Amarilla
Hablar de La Fiebre Amarilla, es hablar de los gustos musicales de los salvadoreños, por ende, el enfoque de la banda ha evolucionado de la mano con lo que los salvadoreños han demandado escuchar. Su sitio web oficial lo indica claramente:
“La Fiebre Amarilla está enfocada en la juventud, sin olvidar la tradición y el trabajo realizado tiempo atrás por el grupo, que es su identidad…”
Por ende, la identidad y corazón de la banda es, fue y siempre será la juventud y junto a ella, afirman. El honrar cada paso que han tomado hasta la actualidad. Reconocen sus raíces, las abrazan y las comparten con todo aquel dispuesto a escucharlos. Viejos y nuevos escuchas son bienvenidos a su música.
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¿Dónde están actualmente?
¿Actualmente La Fiebre Amarilla sigue siendo tan escuchada como lo fue en sus épocas de antaño? ¿El paso de los años ha sido beneficioso para la agrupación? ¿El streaming ha estado de su lado?
Su perfil profesional en Spotify indica claramente que el número de oyentes que tienen, mensualmente, es de 32,853, por lo que lejos de haber perdido ante las nuevas formas de escuchar música, la banda se ha mantenido activa en la era del streaming y del internet. Su música sigue sonando en la era digital.
Sin embargo, sus números no se quedan únicamente a un plano digital. La agrupación se mantiene tocando su música aún con 50 años a sus espaldas, cumplidos recién en el 2021. Celebrados a lo grande, tocando sus éxitos que, para muchos conocedores, se han convertido en parte del ADN musical en el país.
El 17 de julio del 2022 la agrupación hizo acto de presencia en un centro comercial en Merliot, Santa Tecla, como parte de los Domingos del Recuerdo, donde se encargan de amenizar el ambiente del lugar.
Pero, repasada su historia, surge una pregunta importante… ¿Por qué “La Fiebre Amarilla?”, Willie Maldonado dio luces respecto a la pregunta, reproduciendo esta anécdota:
“Armando dijo: ¡Fiebre Amarilla! (lo que no fue aplaudido inmediatamente, sino hasta que le preguntamos: ¿por qué? ¡por contagiosa! respondió)”.