Zipy Tiyo
En diciembre el Aeropuerto de El Salvador se vuelve un intenso lienzo de colores, olores y sabores. Unos salvadoreños vienen, otros regresan, otros van, otros visitan. Muchos otros sólo llegan a recoger al pariente que viene a vacacionar a su terruño querido. En medio de nuestra rica diversidad, en estos días nunca fallan estos cinco personajes.
1-El que no sabe calcular espacios personales
Este personaje es la doña que te golpea con su cartera gigante cada vez que se mueve en la fila. Es el que te machuca los talones con su maleta cada 2 minutos. Es el abuelo que te presiona el trasero con su bolsa de plástico. Es el despistado que te golpea con su mochila cada vez que se da vuelta y el que golpea a todos los pasajeros dentro del avión.
2-El mero mero digital
Este es el que grita para hablar por teléfono y parece que siempre está hablando con alguien sordo. “Ya vine”… “Si, ya estoy aquí”. Es el que te pasa llevando de encuentro por ir revisando cuántos “likes” tiene su última foto posteada. Es el que vuelve a revisar la pantalla cada minuto para ver si no hay nuevo mensaje. Es la que se toma la selfie en su asiento, con la azafata, con el boleto y en la salida del avión.

3-La que no sabe calcular volúmenes
Es la doña que además del maletín gigante, y la mochila con ocho bolsas, lleva dos bolsas de plástico con todo lo que no le cabe en el maletín gigante y en la mochila. Sabe que si abre el maletín no lo podrá volver a cerrar. Ha pasado toda la mañana convenciéndose que le permitirán subir sus “artículos personales” al avión.
4-El alto-parlante
Este es el extrovertido incapaz de modular el volumen de su voz. Es el que no puede mantener una conversación en privado, que comparte mitad de su vida con la persona del lado pero lo escuchan las treinta personas a su alrededor. Es el que quiere sacarte plática y te pregunta si sos de San Miguel, que si sos residente o que si cuanto tiempo tenías de no venir.
5-El que no sabe calcular espacios públicos
Este es el que detiene a contestar mensajes frente a la puerta del baño o se instala con su maletín gigante en la entrada del pasillo. Es el que se encuentra al chero y se detiene a platicar en medio de la pasada. Es el que se sienta en la sala de espera y coloca su maleta en el camino. Es la doña que coloca la bolsa de pollo campero en la silla de al lado. Es el que se detiene a medio pasillo para contestar sus mensajes.
Los encontrarás en nuestro aeropuerto, en otros aeropuertos y en los lugares públicos de nuestro país. Sabes que son verdaderos salvadoreños y debes tenerles paciencia y tolerancia! Feliz Navidad!