Innovar la industria de servicios caninos. Así resume el objetivo de su proyecto el salvadoreño Harold Álvarez. Un joven de 28 años que se define como educador profesional de perros. Y ahí radica la esencia de su emprendimiento, Canlove.
Como buen salvadoreño, siempre estuvo en la rebusca de mejores oportunidades. Harold contó que la idea comenzó a gestarse mientras trabajó para una startup de California.
“Era una app para que empresas encontraran trabajadores temporales, como economía colaborativa. Ahí me empezó a gustar esa área de las startups”, dijo a Guanacos.com.
Un día decidió que era momento de emprender. Harold pensó las cosas que le gustaban. Una de ellas eran los perros. Entonces dio paso a CanLove.

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Innovando los servicios para los caninos en Canlove
“Yo defino CanLove como un proyecto que innova los servicios que normalmente un dueño busca para su perro. Y así le hacemos la vida más fácil al dueño y más feliz al perrito”, comenta Harold.
“La idea inicial fue trabajar en una plataforma que permitiera encontrar un amigo humano cercano al perro. Que saliera a jugar con ellos. Esa fue la idea. Así fue como nació”, recalcó.
Educación, hospedajes y paseadores de perros
El proyecto arrancó en 2016. Al inicio el emprendimiento se basó en la economía colaborativa. Ahora, CanLove cuenta con seis puestos activos con horarios y salarios fijos.
“Ahora tenemos dos entrenadores, un paseador, un cuidador, una asistente administrativa y un encargado de marketing”, explicó Harold.
El emprendimiento centra sus operaciones en tres servicios principales. Estos son adiestramiento o educación, paseos y guardería. Los tres se ofrecen en modalidad individual y mensual.
“Dependiendo de la necesidad del cliente, ya sea educación, ejercicio o cuido, paga una cuota mensual por recibir estos servicios de lunes a viernes”, agregó.
Pandemia, parón y aprendizaje para Canlove
Al igual que muchos sectores, la pandemia afectó las operaciones de CanLove. De 30 a 40 paseos diarios, pasaron a cero. Pero Harold no se quedó de brazos cruzados.
“Los primeros meses empezamos a hacer mandaditos para los clientes. Íbamos a comprarles comida de perros, pipetas. Les facilitamos obtener productos”, dijo.
Era momento de reinventarse. “Yo aproveché la cuarentena para maximizar y aumentar mis conocimientos en cuanto a los caninos. Y alcancé a sacar varios certificados de adiestramiento y psicología canina”, explicó.

Harold, el encantador de perros salvadoreño
“Completé cursos desde lo más básico hasta cuestiones de entrenamiento de olfato y protección. La ventaja de estar en el rubro y tener mis perros es que podía pasar de la teoría directamente a la práctica”, dijo.
Harold contó que no pensaba lanzar aún el servicio de adiestramiento. “Me pidieron ayuda con el rescate de un perrito. La persona que lo rescató me preguntó si entrenaba a los perros y me contrató de una vez”, relató.
“Yo no había pensado en dar el servicio tan rápido. Pero vi la necesidad y empecé a ofrecer adiestramiento a domicilio”, contó.
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Un nuevo comienzo
“Nos hemos enfocado en la presentación. En seguir las medidas de seguridad ante el covid-19. Y en cómo comunicamos lo que hacemos”, dijo.
Además, adelantó que lanzarán un nuevo servicio: corrección de conducta. Explica que este trabaja áreas específicas del comportamiento del perro.
“Vemos más el lado psicológico de por qué el perro hace ciertas cosas. Trabajamos conductas específicas que quieres mejorar en tu perro”, explicó.
Otro elemento será la apertura del área tecnológica. Asegura que poco a poco presentarán nuevas opciones para los clientes. “A través de la tecnología ellos llevarán mejor control de su perro en general”, sentenció.