Eran las 4 de la tarde y buscábamos qué hacer en un sábado típico, queríamos cambiar la rutina de bares y restaurantes en las zonas de siempre. “Vamos al Centro pero de noche” dijo uno de los amigos de siempre.
El centro histórico renovado, cuatro cuadras que están flanqueadas por el parqueo Morazán, el Teatro Nacional, La catedral Metropolitana y, un viejo y sin uso, cine Libertad en medio de la Plaza Libertad y la Plaza Gerardo Barrios.
Decidimos ir al centro, pero de noche, que luego de la inversión de $5.7 millones de dólares que la alcaldía de San Salvador realizó en esas seis cuadras ahora es un lugar atractivo y un destino diferente para la vida nocturna.
Caminando por la Plaza Morazán, nos encontramos a un emprendedor que con telescopio en mano nos dejó ver las estrellas por “una cora”; ¿Quién se puede dar esos lujos?.

Foto: Guanacos.com
Definitivamente no conquistamos el mundo porque no queremos.
El arte, los comercios tradicionales y novedosos nos acompañaron hasta la plaza central Gerardo Barrios, frente a Catedral y con teléfono en mano, no pudimos de dejar de tomar fotos a los edificios de antaño que han sido adornados con una luminaria que sin duda les da un toque particular.
Los clásicos señores sentados en el parque con el periódico bajo el brazo, no faltaron, expertos en toda clase de temas mantenían conversaciones amenas con cigarrito en la mano.
Sin duda parte del folclor guanaco que tanto disfrutamos y amamos.
Seguimos turisteando, rumbo a la Plaza Libertad, esa plaza que aparece en tantas estampas y que a muchos nos saca un suspiro.
Caminamos siempre atentos pero tranquilos por el ambiente de alegría y movimiento comercial que había.

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Nuestro paso por el billar: La Dalia una esquina llena de historia
Un pasillo angosto y poco peculiar nos daba la bienvenida, sus paredes descuidadas y sucias no nos hicieron sentir ajenos, al contrario nos hizo pensar en cuántas historias guarda.
Anécdotas incontables que desde su fundación el 1938 ha visto pasar a grandes billaristas guanacos, que han dejado en esas mesas talento, horas y pláticas.
La Dalia a sus 81 años es un testigo silencioso de acontecimientos históricos, culturales, sociales y económicos del país.
Un imperdible cada vez que vamos al Centro, pero de noche.
El renovado Centro Histórico, nos dio la oportunidad de conocer y apoyar a emprendedores talentosos, Café Fulanos, Le Café, Típicos La Cuscatleca, Coffee Tempo,