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40 años de trayectoria de Roberto Salamanca, cantante y productor salvadoreño

ENTREVISTA – Guanacos.com tuvo el privilegio de platicar con Roberto Salamanca, un exponente de la música salvadoreña a quien preguntamos muchos pareceres y curiosidades. Lejos de las entrevistas convencionales.

Perfil

Nombre completo: Roberto Hugo Salamanca Silva

Fecha de nacimiento: 3 de julio de 1965

Trayectoria: 40 años (si los contamos desde que el tenia la edad de 15 años) ya ha esa edad batallaba en los grupos de rock y fue hasta el último año de bachillerato que pudo participar en festivales grandes.

Géneros musicales: Baladas en ingles de los 70’s pone ejemplos como (America, Deep, Led Zeppelin e incluso The Beatles para comenzar con eso de la guitarra y la afinación) Más que todo música en inglés, esa fue una influencia grande para mi y quizá no le seguí del todo el hilo a la música en español porque era mas que todo romántica. (Un poco de rock pesado de los 70’s y balada rock de los 60’s y 70’s). “Yo iba con una mentalidad que le quería entrar al rock desde que oí a Santana tocar la guitarra eléctrica, son cosas que a uno lo marcan”.

¿Por qué la música?

“La música es algo que para mi viene desde la niñez y pues, la misma transcurrió sin poder tocar ningún instrumento, pero siempre con ganas de cantar lo que oía en la radio. Crecí escuchando música cuando tenía 8 ó 9 años. La música del 72’s y 73’s que salía en la radio y era precisamente música en inglés que sonaba. En mi familia no era esa la tónica, no querían a un músico querían un ingeniero”.

“Estuve en coros de niños en el colegio, cantando en los coros de las Parroquias desde pequeñito, pero sin un conocimiento musical; solo desarrollando un oído y un gusto hasta que pude comprarme mi propia guitarra a los 13 años. Fue ahí donde pasé una época de autodidacta, de ir viendo de como hacer para que la guitarra sonara como yo se la oía a los maestros”.

“Yo tenía una buena relación con la música y el estudio en el colegio. Siempre me gustaba destacar, no me gustaba hacer las cosas a medias”.

Música en las venas (escondidas) de la familia

“Mi papá se vino a Estados Unidos a principio de los 70’s, perdimos relación con la familia Salamanca que era la parte del lado de él. Pero con el tiempo cuando el Salamanca lo hice sonar en los medios me di cuenta que mis tíos, que eran de unas dos generaciones anteriores, habían tocado música como de Bolero y tríos. Ellos habían hecho el trío “Los Campesinos” que fue famoso, pero para mi no, porque yo andaba rockanroleando, pero ellos grabaron discos y todo. Ellos eran guitarristas, osea, por ese lado tal vez hubo unos genes de guitarrista por el lado de la familia Salamanca”.

“Pues del lado materno a mi mamá, ella decía que le gustaba cantar pero no lo desarrolló”.

Cantante y productor salvadoreño Roberto Salamanca.
El cantautor salvadoreño derrocha todo su talento instrumental y vocal en cada presentación. Foto cortesía de Roberto Salamanca.

Cantar fue un proceso más largo

“La verdad para mí no fue fácil cantar. Eso era algo que yo quería hacer, pero, no fue como en el caso de quien tiene ya todo en la voz desde que es niño. A mí en lo particular me costo muchos años”.

“En la niñez fue prácticamente imitar los sonidos, recuerdo que estaba de moda el grupo ABBA y uno andaba imitando esas canciones al estilo de los pericos que repiten las cosas, pero no saben lo que están diciendo. Eso me ayudo a desarrollar el oído. Ya cuando la guitarra se metió pues querer cantar las canciones tenía que ver como hacía los acompañamientos de la guitarra”.

“Una cosa jalaba a la otra, no fue como que yo solo tocara la guitarra como instrumentista, sino que yo quería cantar y acompañarme solo, no necesitaba aleros como un mariachi. Me tomó años desarrollar la voz. Esos cassettes que grabé, si estuvieran por ahí todavía, espero mejor que se hayan desaparecido, porque habían unos gritos ahí… la gente pensaría que me estaban pegando (risas)”.

Dios le guió

Sobre si la voz y el buen manejo de instrumentos llegaron juntos, Salamanca contó: “Si eso fue muy después, de hecho cuando estaba en el bachillerato pues me hice parte del coro del Colegio del Externado San José y la gente no se imaginaba que yo estaba cantando “Qué alegría cuando me dijeron”, y todos los cantos de la Misa. Los padres eran españoles Jesuitas e inclusive hicieron algunos arreglos de coro completos de música de Queen pero con textos del Evangelio porque Queen decía amar a alguien (Somebody to love) y no sé como pero ellos ya habían hecho la canción con mensajes de cristiandad. Ellos decían hay que meterle Queen y que aprendan a cantarle a Dios”.

“Yo estaba con mi grupo de rock y en las misas, eso me sirvió mucho. Creo que ahí fue donde aprendí a modular mejor la voz y a entender la armonía que haciendo guitarras distorsionadas. Fue lo que me eduque más, haber pasado en un coro en serio. Eso en esa etapa, luego para la etapa de producción que fue la que me ayudo a mi mismo a producirme en un estudio de grabación eso fue cuando yo ya estaba en la universidad. Yo no me miraba a mi mismo como un ingeniero civil, dirigiendo para que hicieran paredes. Entonces forme mis grupos de música. Tenia 3 grupos de música en la universidad y aún así llegaba a clases de vez en cuando”.

Ingeniero no

“Ya cuando yo descubrí la pasión por la música no fui más a las clases de la universidad, y dejé tirado mi cuarto, no, casi quinto año de Ingeniería Civil. Me iba con los cuadernos de la casa y me iba al estudio de grabación”.

“Cuando se dieron cuenta mis padres fue el problema, porque ahí ya botada la universidad, pues dolió mucho en la casa. Pase un año sin hablar con nadie pero era algo que ya no podía detener, y eventualmente ese fue como mi trabajo fue como una profesión que yo pude ejercer y lo hice para poder producir mi música. Termino “Bajo el sol de neón”, que me tomó más de 2 años de producción”.

Cambio radical

“Una vez me ofrecieron hacer canciones como Los Temerarios. Mi carrera estaba estancada a finales de los noventas. Firmé un contrato con Fonovisa para hacer música así, como grupera. Pero Fonovisa quebró, fue comprada por Universal y yo ya no me lancé en ese género”.

“Dios sabe lo que hace porque no hubiera podido regresar al rock. Creo que el destino no me dejó traicionar lo que quería para mi carrera. Es como que Roberto siempre había sido rockero y nosotros lo apoyamos como rockero, hubiera sido difícil. En el fondo yo no era grupero, era rockero. No se si hubiera tenido éxito realmente. Era más factible que mi música la grabara gente grupera y yo solo usar un pseudónimo”.

Un sueño hecho realidad

¿Cumplió ya un sueño utópico? Salamanca se sincera: “Si tenia un sueño de cantar frente a miles de personas en un concierto que fuera mío, y pues gracias a Dios se cumplió en alguna medida. Hubo escenarios de todo tipo porque recuerdo que antes cuando empezábamos recuerdo que íbamos a tocar a los intramuros de los colegios de señoritas. Estamos hablando de 1982, con el grupo del colegio. Era ¡Wow! vamos ir a cantar al Guadalupano, pero en realidad solo íbamos hacer bulla en un pedacito, porque las cipotas andaban detrás de los basquetbolistas. Uno aprende, el público no siempre es para uno, hay de todo”.

“En donde sí valió la pena estudiar la ingeniería fue que yo aprendí a manejar en aquella época toda la tecnología, que estaba cambiando a digital, ya todo eran secuenciadores, súper sofisticado. A mí se me hizo fácil porque yo podía leer manuales de ingeniería. Hice una combinación de lo técnico con lo creativo para producir música”.

“Para encontrar inspiración debo decir que no fui como muy lector, leía más para aprender inglés. Me sirvió que me gustara toda la música de las películas. Las bandas sonoras para mí eran tan importantes como la película, y eso me dio un lenguaje para poder hacer con instrumentos sonidos diferentes. Si me pedían que expresara una situación yo lo podía expresar musicalmente”.

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Excepciones

¿Qué música nunca le gustó? Salamanca expresa: “La música campirana, que desde pequeño no me gustó, así como la norteña. He llegado a entender que es una vivencia de las regiones. México y Centroamérica están bien ligadas en lo rural y todo eso. Uno a veces como se ha criado en un ambiente más de ciudad no entiende ese, uno no es más frío con esas cosas”.

“Yo vivo en Los Ángeles, EE.UU. y aquí hay una cultura latina más mexicana, pero a mí no me gusta. Y para algunos rockeros decir “ah es que el reguetón” es detestable, pero dentro de todo es música más urbana, esa que prácticamente le ganó el mercado a los jóvenes”.

Una ambición

“Revisando mis grabaciones en los años 90’s el nivel del último disco que dejé allá todavía pegó, porque hice una grabación con un rapero que era la canción “Vuelve”, una balada. Pero cuando le hice el rap y la hice como hip hop llego a ser la #1 en radios como la YXY. Siento que tengo que recrearme, tomé canciones de mi primer disco, de canciones que todavía suenan y las estoy llevando al formato multitrack y añadiendo cosas que le den un toque de modernismo, tratando de subir el estándar al sonido que hay ahora”.

“Estaba a punto de completar ‘Bajo El Sol de Neón’, pero en eso empecé a escribir canciones. Estoy más entusiasmado por la nuevas canciones y quiero ver hasta donde las puedo llevar. Ahorita en esto de la cuarentena vi con un poco más de claridad los temas nuevos, si bien es cierto el romanticismo no es el mismo de hace veinte años pero hay otras cosas que están pasando y pude decir ‘ok’ ya no estoy en 1990 no estoy en el 2000. Ya pasaron veinte años y se notan ya hay otro código para relacionarse”.

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Deténte y mira las opciones

“Comencé hace tres años en este proceso de mejorar la calidad de mis canciones, me traje unas cintas que tenía allá y las pase a digital, las monte en un programa y después empecé hacer un montón de cosas para ver que podía hacer. De repente ya estaba terminando y ¡pum! empieza la pandemia”

“Con el tiempo que uno tiene estando en casa y con instrumentos empece a escribir canciones, y ya hay canciones nuevas con arreglos y todo. Ya no sé si dedicarme a las nuevas canciones o lo otro, estoy viendo qué puede funcionar más”.

“De hecho, ni si quiera he sacado canciones durante la pandemia porque quiero ver qué va a pasar, quiero estar seguro,  quiero estar en sintonía con la gente porque pienso que la gente esta pasando por momentos bien difíciles. Por eso veo que hay gente que se enteró que las canciones de los 80’s se pusieron de moda de nuevo”.

Cantante y productor salvadoreño Roberto Salamanca.
Salamanca cerrando los ojos para encontrar las notas correctas. El salvadoreño da el máximo en cada presentación. Foto cortesía de Roberto Salamanca.
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