El Cipitío es uno de los famosos personajes que forman parte de las leyendas salvadoreñas, su historia ha trascendido generaciones hasta la actualidad.
Este personaje es considerado como uno de lo más inofensivos de todas las leyendas, se caracteriza por hacer bromas y tener una risa burlona.
La Leyenda del Cipitío, el niño eterno
Es descrito como un niño de 10 años de edad, pequeño y barrigón, con un enorme sombrero en su cabeza, le gusta comer ceniza o guineos majonchos, y puede viajar de un lugar a otro con sus poderes mágicos.
De acuerdo a la leyenda los niños y niñas son los únicos que pueden ver al Cipitío.
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¿Dónde vive?
El departamento de San Vicente fue el lugar que habitó en principio, según la historia cuscatleca. Sin embargo, al vagar de forma errante y con la habilidad de transportarse mágicamente, no posee un lugar fijo en el que se le pueda encontrar.
Las personas presumen que el Cipitío solía aparecer en las casas con hornillas de leña, ya que en este lugar podía encontrar la ceniza que tanto disfrutaba. Asimismo, se dice que visitaba los ríos en los que lavaban ropa o se bañaban hermosas señoritas para la lanzarles piropos, piedritas o florcitas como un halago a su belleza.
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¿Quién es el Papá del Cipitío? ¿Es hijo de dioses?
El padre de esta leyenda salvadoreña es aún incierto ya que hay distintas versiones que presentan la figura paterna que tiene el Cipitío.
Por un lado, la que más predomina, es que su padre fue el Dios Sol, quien mantuvo una relación con la diosa de la Luna, Sihuehuet. Sin embargo, este fue traicionado por la mujer ya que mantenía una relación oculta con el dios Lucero de la Mañana.
Por otro, en la serie televisiva, se presenta la historia de Yeisun, un hombre de tres cabezas que era conocido como el hombre del triple pensar, quien se enamoró de Sihuehuet. La mujer al no poder lidiar con la personalidad de cada una de sus cabezas decidió envenenarlo con una poción preparada por un brujo.
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La Leyenda del Cipitío infantil
El poeta y novelista salvadoreño, Manlio Argueta publicó una adaptación dirigida al público infantil acerca de la leyenda en el 2006. La obra narra la historia del personaje como un niño de cinco años que fue abandonado por su madre a la orilla de un río, después de ser castigada por el dios Tlaloc por traicionar a su esposo Cipitl, un tirado de flechas.
Argueta lo describe como un pequeño gordito, de pelo y ojos negros, piel morena y tierna sonrisa, y que gusta comer distintos tipos de frutas que crecen en los campos salvadoreños. Tenancin es una pequeña amiga que lo acompaña en sus aventuras mientras se divierten entre la vegetación o bajo algunos árboles muy populares en el país.
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El tema central de la leyenda
Las temáticas que abordan las leyendas son variadas, según algunos portales especializados en este tipo de textos. Por ejemplo, hay historias que implican temas fantasiosos, reales, de miedo, relacionados a la historia, a elementos de la naturaleza, al inframundo, etc.
El adulterio y los amores prohibidos son los temas que giran en torno a la leyenda del personaje del Cipitío, ya que su concepción fue consecuencia de dichas acciones. Por lo tanto, era considerado como el símbolo de los romances adúlteros en la antigüedad.
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¿Qué tipo de leyenda es esta?
Según Eva Andrés Vicente, Licenciada en Filología Clásica las leyendas son narraciones que tienen dudosa veracidad, ubicados en un espacio y tiempo determinado. En ese sentido, el lugar de origen y la temática son elementos que sirven para categorizar el tipo de una leyenda.
Esta leyenda se clasifica como una leyenda de tipo rural, ya que la historia de los personajes se desarrolla en el campo, en lugares solitarios como bosques o montes, sucedieron en la época pasada, y posee algunos matices de terror, como la maldición que recibieron por parte del dios Tlaloc.
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El Cipitío en El Salvador
La leyenda de este personaje tiene origen náhuatl, y es conocida en países como Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y México, en este último es utilizado con fines educativos.
En El Salvador, es presentado como un niño que viaja errante jugándole bromas a los campesinos que se encuentra en el camino. Este los confunde ya que al momento de huir la dirección de las plantas de sus pies está al revés.
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Origen de la palabra “Cipitío”
Su nombre proviene de la palabra náhuatl “Cipit” que significa “niño”, que, a su vez, forma la palabra “Cipote” usada para llamar a los menores de edad en el país.
A pesar de su actitud errática y hostigosa, se dice que se les aparece a los niños que son problemáticos y perezosos, con el fin de ayudarlos a que haya un cambio positivo en su actitud.