Los cuentos y leyendas guanacas son una rica herencia de la cultura salvadoreña. Todo salvadoreño ha escuchado y recuerda con nostalgia los relatos de antaño de las leyendas salvadoreñas. Una de las más misteriosas es la leyenda de la carreta chillona.
La carreta chillona o carreta bruja es una leyenda 100% salvadoreña. Así como las leyendas salvadoreñas de la siguanaba, el cadejo o el cipitío esta leyenda se ha mantenido popular debido a que se ha trasmitido oralmente, de relato en relato, y de generación en generación.
Origen de la leyenda de la Carreta Chillona
Una hipótesis se refiere a la carreta chillona como la forma de transportar cadáveres durante una epidemia de cólera en los años 1800. Se trataba de “un transporte especial que en la imaginación de la gente pasó a ser la carreta bruja o la carreta chillona” afirma el historiador salvadoreño Carlos Cañas Dinarte al referirse a una de las hipótesis de la leyenda de la carreta chillona.
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Las leyendas salvadoreñas como parte del folclor
Hay distintas hipótesis de las leyendas salvadoreñas, que son parte atractiva del legado cultural salvadoreño. De hecho, en distintas fiestas patronales se representa la carreta chillona.
Un ejemplo es el municipio de Tonacatepeque con su famosa celebración de la “Calabiuza”, cada 1 de noviembre, en la cual se realzan las leyendas de El Salvador y en este municipio en particular resaltan la figura de la carreta bruja.
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Origen de la leyenda de la carreta chillona
Existen varias teorías sobre el origen de la leyenda de la carreta chillona. La primera cuenta que Terencio Pérez, un español que llegó a tierras cuscatlecas en tiempo de la colonización y se hizo popular y rico gracias a los remedios naturales que comercializaba.
Terencio había aprendido su arte de un amigo indígena y ofrecía remedios para curar las enfermedades y dolencias de los españoles. Pero cuando los indígenas se enfermaban, él se negaba a ayudarles porque no tenían dinero para pagarle.
Debido a esta conducta, Terencio fue maldecido por el alma de Fray Antolín, quien lo había criado. Éste le mandó a construir una carreta de huesos y condenó a Terencio a ser un alma errante en busca de un cementerio para todos aquellos indígenas que murieron porque no los ayudó.
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Otra hipótesis del origen de la leyenda de La carreta chillona
Otra hipótesis se remonta a la fiesta de San Isidro Labrador. Cuenta la leyenda que había un hombre llamado Pedro quien llevó su carreta hasta el centro del pueblo, el día en que el cura bendecía las carretas para que perduraran y ayudarán al máximo en las labores de la agricultura.
Todos alinearon sus carretas, y el cura solicitó a Pedro que hiciera lo mismo; pero, este respondió que no, porque su carreta ya había sido “bendecida” por el diablo.
Dicho esto, intentó entrar en la iglesia con la carreta y golpeó a los bueyes, pero estos se resistieron y se zafaron del yugo. En ese momento la carreta perdió el control y salió cuesta abajo con Pedro en ella. En ese momento, el cura auguró que el alma de Pedro tendría que tirar de la carreta por la eternidad.
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La Carreta Chillona y una epidemia
Otra hipótesis es que, la carreta chillona nació entre 1836 y 1839, época en que una epidemia de cólera azoto al país y a los países vecinos. La carreta fue el transporte especial que se utilizó para recolectar la multitud de cadáveres que quedaban en casas, calles y plazas debido a dicha peste.
Se estableció que esa carreta, para recoger cadáveres y llevarlos a nuevos cementerios construidos para la peste, tenía que pasar después de la media noche.
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¿Cómo es la carreta chillona? Descripción completa
El relato popular cuenta que la carreta chillona camina de retroceso, paseándose por las noches en las calles de El Salvador. Su nombre se origina precisamente del sonido “chillón” que hacen sus llantas de madera cuando camina; también señalan que a veces se escuchan cadenas o huesos que se arrastran cuando pasa,y que en sus palos lleva calaveras humanas.
Otra característica de esta leyenda es que, cuando la carreta pasa, la tierra se estremece. Esta carreta no tiene bueyes ni hay nadie quien la guíe, simplemente camina sola. Sin embargo, también se supone que la lleva un espíritu que se encarga de recoger las almas que andan en pena para trasladarlas a la otra vida.
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Tabúes sobre esta leyenda salvadoreña
Existen muchos tabúes y especulaciones alrededor de la carreta chillona. Se cuenta que la carreta se mueve a partir de la media noche. Es por esto que pasada las 12am los adultos mayores recomiendan no salir de casa.
Por lo mismo, no es extraño escuchar en muchos pueblos advertencias como: “no salgas a media noche, no te asomes ni siquiera a verla”, etc. Sin duda esta leyenda ha influenciado a muchos para mantener sus costumbres de resguardarse, sobre todo los viernes a la media noche.
Otra advertencia que se ha transmitido de generación en generación es que, si en dado caso se encuentra a la carreta bruja o se escucha el peculiar chillido, no se debe mirar, puesto que se presume que quién la mira queda maldito y arde en una fuerte temperatura, y debido a esto queda demente. En el peor de los casos, quien la mira amanece muerto al día siguiente.
Si has escuchado otra teoría sobre la leyenda de la carreta chillona, cuéntanos. Escríbenos al correo info@guanacos.com.