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Rosa Mena Valenzuela, Embajadora del “Expresionismo” en El Salvador

La pintora salvadoreña Rosa Mena Valenzuela fue considerada la “embajadora del expresionismo en El Salvador”. Un movimiento de vanguardia que surgió en Alemania y buscaba representar la angustia existencial que acompaña el inicio del siglo XX, como explica la web especializada Totenart.

Rosa Mena Valenzuela logró obtener reconocimiento local y extranjero por su práctica híbrida de dibujo y pintura. Esta fue reconocida como única en el mundo de la pintura salvadoreña, debido a la forma en que lograba plasmar sus obras artísticas.

Su habilidad y talento para el arte, también le valieron para convertirse en una alumna destacada en la academia del maestro Valero Lecha, junto a otros pintores salvadoreños destacados.

Biografía de Rosa Mena Valenzuela

Rosa Mena Valenzuela es considerada la “embajadora del expresionismo” en el país. Fotografía cortesía.

Nació el 13 de septiembre de 1913 en San Salvador, falleciendo el 6 de enero de 2004. Fue hija de Emilia Valenzuela y del abogado, compositor de valses y músico, José Mena. Desde sus primeros años tuvo contacto con diferentes tipos de arte, gracias al ambiente proporcionado por sus padres.

Con frecuencia, su hogar era visitado por artistas como la compositora, pianista, musicóloga y folklorista salvadoreña, María Baratta y el director italiano Antonio Gianoli, con quien Rosa Mena aprendió solfeo, piano y canto.

Cápsula informativa sobre la pintora salvadoreña. Vídeo cortesía de: Elsalvadorcom.

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Formación académica en pintura

Autorretratos realizados por la pintora salvadoreña. Imagen cortesía.

Valenzuela inició su formación académica en pintura hasta la edad de 40 años, en la academia del maestro y pintor, Valero Lecha, lugar en donde se preparó durante cinco años.

Según explicó la historiadora salvadoreña, Astrid Bahamond, en su libro “Procesos del Arte en El Salvador”, el encuentro formal entre Rosa Mena y la pintura se retrasó porque sus padres renegaron de sus intenciones de hacer de este arte su forma de vida.

Sin embargo, Mena demostró que nació para pintar. Su maestro Valero Lecha, la describió como una artista fuera de lo común, alegando que para hacer arte expresionista y decorativo se necesitaba tener talento que Dios solamente da a sus elegidos, dando a entender que Rosa Mena era una de ellos. 

A pesar de su talento, después de su formación técnica, Rosa Mena dejó de pintar por un período de dos años. 

Cápsula informativa sobre “Calles” obra de la pintora salvadoreña. Vídeo cortesía de: Museo Marte.

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Regreso a la pintura

“El Via crusis” por la pintora salvadoreña. Fotografía cortesía de: Carlos RM.

La ausencia y el descanso de Rosa Mena solo duró dos años, regresando en 1959 al mundo de la pintura. Tras su regreso, construyó una sólida carrera durante cinco décadas. Además, en ese miso año, en su afán por resolver el enigma de cómo expresarse, empezó a retratar ese mundo paralelo y deformado que se aleja de las líneas sencillas.

Cápsula informativa sobre “La guerra es fuego oscuro” obra de la pintora salvadoreña. Vídeo cortesía de: Museo Marte.

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Obra de Rosa Mena Valenzuela

“Santa Cena” obra de la pintora salvadoreña. Fotografía cortesía.

En sus inicios, la Obra de Rosa Mena tenía influencia impresionista, pero esto cambió cuando comenzó a formarse con Valero Lecha, pues rápidamente se dejó ver la influencia de su maestro. Un ejemplo claro fue la colección de retratos expresionistas de esa época.

Tiempo después Rosa Mena Valenzuela exploró el cubismo y el surrealismo, y se vio influenciada por artistas como:

Autorretrato I de Rosa Mena Valenzuela. Fotografía cortesía.

La influencia de estos estilos extranjeros en la pintura de la salvadoreña se debió a un viaje realizado por Europa. Esta fue gracias a una beca de estudio otorgada por la Embajada de Italia, gestionada por el escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrué, conocido también como Salarrué.

Luego de este y otros viajes alrededor del mundo, la artista salvadoreña regresó con un nuevo estilo. Este se caracterizó por sus líneas rápidas y vertiginosas, que “hacían moverse a las figuras”, según expresó Valenzuela en una plática con Matilde Elena López, escritora salvadoreña.

Cápsula informativa sobre “Autorretrato” obra de la pintora salvadoreña. Vídeo cortesía de: Museo Marte.

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Su aporte a la cultura

“La escritora” obra de la artista salvadoreña. Fotografía cortesía.

La pintora Rosa Mena dejó un gran aporte cultural al fundar academias de dibujo y pintura, en donde se formaron varios artistas nacionales y extranjeros. También heredó 50 obras a la colección del Museo de Arte.

Entre estas obras están la colección de dibujos del periolibro de Nicanor Parra, además de 30 obras de diversos formatos a la Asociación Padre Vito Guarato. Mediante la subasta de estas últimas se buscaban fondos para el sostenimiento de la organización.

Cápsula informativa sobre “Sin Título” obra de la pintora salvadoreña. Vídeo cortesía de: Museo Marte.

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Reconocimientos y premios

“Rostros” obra de la pintora salvadoreña. Fotografía cortesía.

A lo largo de su trayectoria artística, Rosa Mena Valenzuela obtuvo varios reconocimientos y premios por su talento en la pintura. Algunos de estos se mencionan a continuación:

Exposición “Rosa Mena Valenzuela: El Expresionismo Psicológico y Espiritual”. Fotografía cortesía.
Cápsula informativa sobre “Pesadilla”, obra de Valenzuela. Vídeo cortesía de: Museo Marte.

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