Las crisis pueden ser la chispa que detone una idea. Y eso fue precisamente lo que ocurrió en el Laboratorio de Nanotecnología de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) de El Salvador.
La amenaza de la pandemia del COVID-19 en El Salvador fue el combustible para dar marcha a un reto. El objetivo fue claro: crear un dispositivo para salvar la vida de salvadoreños.
Ángel Hernández, investigador de la UFG, cuenta que “la idea del respirador empezó a raíz de la declaración de la pandemia”. Semanas después, su creación le dio la vuelta al mundo.
Tras una lluvia de ideas allá por el 16 de marzo, él y su equipo decidieron iniciar la construcción de un prototipo para automatizar una bolsa AMBU (siglas en inglés de una bolsa autoinflable o resucitador manual).
Hernández considera que el virus es un ente que no espera, lo cual ha significa largas jornadas de trabajo y aislamiento de su familia. Sin embargo, saber que su trabajo puede ayudar a salvar la vida de un salvadoreño le da el impulso para mantenerse “al pie del cañón”.
Y su labor no pasó inadvertida, tanto en El Salvador como alrededor del mundo. Su trabajo formó parte del One World: Together at Home. Dicho concierto, el 18 de abril, contó con la participación de artistas de la talla de Lady Gaga, Billie Eilish, Paul McCartney y Juanes, entre otros.
Creatividad guanaca
Tras la declaración de la cuarentena domiciliar, Ángel y sus compañeros continuaron el trabajo de forma remota. “Con lo que nos llevamos del laboratorio, cada quien intentó trabajar en la idea”, comenta.
El primer prototipo del Resucitador Manual o Bolsa autoinflable (AMBU, por sus siglas en inglés) hecho en El Salvador fue presentado a los medios de comunicación a finales de marzo.
Una base de madera, un motor, una pieza de arduino, un eje y el AMBU o bolsa fueron los componentes de la primera versión del respirador artificial.
“Pero a raíz de eso, de la primera versión, muchas personas nos contactaron”, explica Ángel. Algunos ofrecieron equipo, otros sus conocimientos.
Ahora, el respirador se encuentra en la versión industrial, con componentes más robustos. Para lograr este prototipo más profesional han contado con el apoyo de Ingeniería y Distribución S.A. de C.V., Taller Carranza y Termoencogibles.
Proyecto en crecimiento
Ángel comenta que a partir del 20 de abril esperan entregar la fase 1 del respirador artificial y lograr que comience el proceso de masificación. Para este punto, cuenta, tendrán el apoyo del Gobierno.
El Comisionado de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Luis Rodríguez, les dijo que el Gobierno les podía echar una mano para buscar las empresas que se encargarán de fabricar en masa el prototipo, una vez esté validado y calibrado, explicó.
Añade que el siguiente paso, o fase 2, es agregar al respirador unos sensores de presión para saber cuándo la persona está volviendo en sí e intenta respirar por sí misma. Por ahora, el prototipo brinda respiración forzada: la máquina indica el ritmo de la respiración.
Motivación a tope
Ángel es originario de Monte San Juan, pueblo ubicado en el departamento de Cuscatlán. Desde que inició el proyecto ha estado apartado de su familia.
La lejanía de sus padres y el cansancio tras extenuantes jornadas de trabajo han sido un verdadero reto, cuenta este joven salvadoreño. Pero saber que su aporte puede salvar una vida mantiene su motivación intacta.
“Ni Dios quiera que se use, pero si se llegara a usar, espero en Dios que pueda servir para mantener a una persona viva, o darle mayor probabilidad de vivir. Esa es la motivación más grande que tengo”, dice.
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Orgullo salvadoreño
El esfuerzo de Ángel y los demás miembros involucrados en la creación del respirador artificial fue reconocido a escala mundial. El pasado 18 de abril formaron parte del One World: Together at Home.
“La verdad no lo esperábamos”, comenta. Nos contactaron del Ministerio de Cultura y nos dijeron que el proyecto podría representar al país en el evento.
Tras enviar un video en el que contestaron una serie de preguntas, recibieron la noticia de que habían sido elegidos para ser parte del megaconcierto.
“Para nosotros es un gran orgullo, algo que en realidad nos sorprendió, nos sentimos muy alegres de que nos hayan considerado porque es como que nuestro esfuerzo haya hecho un eco, es algo inexplicable”, dice Ángel.
“No tengan miedo a hacer algo, siempre se puede apoyar con un granito de arena, y yo estoy muy agradecido con todas las personas que se han acercado a apoyar este proyecto para poder construir algo que va a ser de mucha utilidad”, fue el mensaje de Ángel.