En El Salvador existe un gran número de leyendas que describen a personajes fantasiosos, plantas mágicas o también lugares paranormales, que cuentan con misteriosas historias detrás de sí. La Puerta del Diablo es uno de estos sitios reconocidos nacional e internacionalmente por ello.
La Puerta del Diablo se ha convertido así en un destino turístico para aquellos amantes de la aventura extrema que buscan vivir experiencias sobrenaturales en la zona. Su leyenda se ha mantenido a través del paso de los años gracias a la narración de los lugareños de la localidad.
¿Qué es la “Puerta del Diablo”?
La Puerta del Diablo es una formación rocosa que se ubica en el municipio de Panchimalco, en San Salvador. Además, originalmente, el lugar era conocido como el cerro El Chulo.
“El nombre original de este lugar era cerro El Chulo y tenía ya una fama de estar embrujado y de ser un lugar donde se observaban apariciones. En la noche se miraban luces a lo lejos. También decían que se miraban espectros y los pobladores evitaban pasar por ahí cuando venían a San Salvador”, detalló Israel Cortez Ruiz, historiador salvadoreño.
Además, el significado de la palabra “Chulo” es “Lugar del desertor” o “Lugar del fugitivo”, como indica el historiador salvadoreño Jorge Lardé y Larín. Fue el poeta y dramaturgo salvadoreño Raúl Contreras a quien se le atribuye el nombre de la “Puerta del Diablo”, como explica Cortez Ruiz.
Este lugar se caracteriza por una grieta formada por dos peñascos que se encuentran sobre el cerro. Además, en la cima del mismo es posible tener una vista panorámica de las zonas cercanas a la Puerta del Diablo.
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¿Cómo se originó el lugar?
Jorge Lardé y Larín indicó que el origen de estos dos peñascos se dio el 8 de octubre de 1762, en su publicación “El Salvador: Inundaciones e incendios, erupciones y terremotos”, publicado en el año 2000.
Según indica el historiador, este se dio por intensas lluvias que ocurrieron a inicios de octubre. “El Chulo, antes un cerro compacto y homogéneo, fue minado en su base por los caudales pluviales y una porción apreciable de él, en medio de un ruido horrido y atronador, rodó por el abismo”.
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La leyenda de la Puerta del Diablo
La leyenda detrás de este lugar narra que, en tiempos de la colonia, existía una propiedad perteneciente a la familia Renderos. En ella habitaba María de la Paz, hija de uno de los terratenientes de esta familia, quien, además, era cortejada por el mismo Diablo.
La joven no correspondía el amor de este ser sobrenatural, por lo que, en su ira, secuestró a María, a quien tuvo captiva en las cuevas que dan ahora nombre al lugar. Así, la familia de María de la Paz fue en su búsqueda.
El padre de la joven, junto a los habitantes del pueblo, dieron caza al Diablo y este, en temor a ser capturado, escapó, siendo, además, este punto de la historia donde se menciona que fueron destrozados los peñascos que dieron origen al popular nombre de la Puerta del Diablo.
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Otra versión de la leyenda
También existe una versión que indica que el padre de María de la Paz llegó junto con ella mucho antes de lo que la versión anterior menciona. Según detalla, la joven se enamoró de un indio de la zona a tal punto que ambos desearon casarse.
Los indígenas habitantes del lugar se opusieron al matrimonio, ya que aludían que existía influencia maligna en ella. Sin embargo, la pareja hizo caso omiso y una noche el Diablo raptó a la joven, dando también muerte al indio en sus esfuerzos por defender a su pareja.
El padre de María, al enterarse, salió en su búsqueda, encontrando al ente sobrenatural transformado en toro. Finalmente, el demonio arrastró al padre y lo lanzó hacia el abismo existente en la zona.
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Turismo en la zona
El lugar se ubica a más de 1,000 metros sobre el nivel del mar, lo que lo vuelve una zona con un clima agradable, visitado por un gran número de turistas anualmente, motivados principalmente por su cercanía con la capital, por su belleza natural y, finalmente, por las leyendas de la zona.
En la zona es posible hacer caminatas en los alrededores, donde existen diferentes pendientes de diversas alturas perfectas para los amantes del senderismo. Además, ofrece opciones de turismo extremo, como el rappel, el canopy o el uso de tirolesas.
Además, en sus cercanías se ubican el Museo Salarrué y también el Parque Balboa, dos opciones turísticas perfectas para visitar en un solo recorrido por la zona. Finalmente, Panchimalco se ubica a escasos 8 kilómetros de la zona, convirtiéndose en otra opción turística más para los visitantes.