“El Carbonero” es considerado por muchos salvadoreños como el segundo Himno Nacional de El Salvador. El artista detrás de este, Pancho Lara, es un reconocido artista santaneco a quien se le atribuyen alrededor de 400 composiciones diferentes.
Lara dedicó sus composiciones musicales a la identidad y realidad salvadoreña. Su carrera solista le permitió visitar El Salvador, con sus instrumentos en mano, compartió su habilidad musical a lo largo y ancho del país.
Biografía de Pancho Lara
Francisco Antonio Lara Hernández nació un 3 de diciembre de 1900 en la hacienda “La Presa” de Santa Ana, como indica su biografía. Lara es hijo del capitán Jeremías Lara y Ángela Hernández de Lara y, además, es el menor de 7 hermanos.
Lara inició sus estudios de primaria en San Salvador, en la Escuela Dr. José Matías Delgado, la cual tuvo que abandonar por problemas económicos en su familia. Francisco entonces aprende el oficio de sastre para apoyar a uno de sus hermanos mayores quien era violinista.
Por años se dedicó a la sastrería, hasta el punto de tener su propio taller, sin embargo, por una inundación del río Acelhuate, uno de los ríos de El Salvador, perdió su taller en 1922.
En 1930, Lara también se instruye como maestro en el Liceo Moderno, donde recibe su apodo de “Pancho”, para diferenciarse de su maestro el profesor Francisco Luarca. Francisco se dedicó a la educación por más de 30 años, jubilándose en 1968.
“Él fue uno de los compositores que fue favorecido con los procesos de enseñanza” expresó la musicóloga Marta Rosales en una entrevista con La Prensa Gráfica. La música de Lara se incluyó en programas de educación musical alrededor del país.
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Su trayectoria musical
Durante su desarrollo como sastre, Lara también se interesó en la música. Inició redactando pequeñas estrofas de canciones infantiles, según detalla su biografía. Además de ello, de forma autodidacta aprendió la guitarra, la marimba, el piano, entre otros.
Para 1926, con una guitarra propia y junto a sus amigos formó la marimba “Chinteña”. Entre ellos se encontraban también Cándido Flamenco, conocido también como el “maestro del folklore”.
Además, en 1940, trabajó en el Beneficio de Café Curazao de la Agencia H. de Sola y en el Beneficio El Paraíso, en Jayaque. Estos le sirvieron de inspiración para escribir “Las Cortadoras” y “Jayaque”, temas dedicados a sus hijas.
Para 1968, Lara ya contaba con más de 25 años de experiencia como Supervisor de Educación Musical, lo que le permitió recorrer todo El Salvador, compartiendo su música con estudiantes alrededor del país.
Como detalla La Prensa Gráfica, el santaneco fue autor de más de 200 canciones, como “Las Cortadoras”, “El Pregón de los Nísperos”, o “Los Izalqueños”. “El Carbonero” es una de las de las más reconocidas, considerada como el segundo himno nacional de El Salvador.
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El Carbonero de Pancho Lara
Esta es una canción de tipo folklore. Fue escrita en 1934 y trata de una forma poética la visión campesina del trabajo relacionado al carbón que se realizaba en las montañas de El Salvador durante la década de los años 30’s. Dicha actividad económica era la más accesible a las mayorías de esa época.
“La estructura melódica de El Carbonero es sencilla, su ejecución es fácil. La composición transmite alegría debido a la armonía empleada”, afirma Jorge Alas Cáceres, compositor y músico.
Según Alas Cáceres la canción fue ideada para ser bailada, aunque también existe la posibilidad de que el artista quisiera denunciar o poner en evidencia ciertos aspectos sociales de la época.
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Vida Personal
Pancho Lara formó una familia en 1924, con el nacimiento de su hija María Esther. Cinco años después, contrae matrimonio con Rogelia Rivera, con quien tuvo tres hijos más: José Adhemar, Francisco Asdrúbal e Hilma Morena.
Además, Lara junto a Claudia Lars, una de las escritoras salvadoreñas más reconocidas, eran anfitriones en un programa radial infantil de la radio YSY. También incursionó en la prensa, con columnas como “Entrevistas Intrascendentes” o “Cartas a Bismuto”.
El santaneco también publicó libros como “Estampas nativas”, de 1994, compuesto por prosas y canciones, “Burbujas infantiles”, de 1967, que contenía composiciones musicales y “Cantos de mi Pueblo”, de 1981.
Finalmente, Pancho Lara falleció el 5 de mayo de 1989 en San Salvador. Tan solo un mes después, el 23 de junio, fue declarado Hijo Meritísimo de El Salvador” por la Asamblea Legislativa.
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Sala Pancho Lara
Para recordar y conocer más acerca de la vida y obra del santaneco, la Universidad Tecnológica de El Salvador cuenta con la sala permanente “Pancho Lara”, donde pueden observarse objetos personales, partituras e inclusive audios de sus canciones más reconocidas.
Este se ubica en el edificio Anastasio Aquino de la Universidad Tecnológica (UTEC), en la Calle Arce y la 17ª Av. Norte. No. 1006, en San Salvador. Además, cuenta con un horario de martes a viernes de 8:30 a.m. a 11:30 a.m. y de 3:00 p.m. a 5:30 p.m.
Los sábados cuenta únicamente con horario de 8:30 a.m. a 11:30 a.m. La entrada al mismo es gratuita.
Finalmente, la Familia Lara, quienes actualmente comparten el contenido referente al cantautor salvadoreño, tienen a disposición una página web con mayor información sobre el músico, como también cuentas en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.