A Nahuizalco y la Virgen del Rosario los une un milagro, intercedido por la venerada Madre de Dios. En la mitad del siglo XIX una pandemia azotaba esta población. Desde ese entonces, los nahuizalqueños tienen un especial amor y respeto a esta advocación de la Virgen María.
Cada octubre, los pobladores católicos de Nahuizalco, en el departamento de Sonsonate, conmemoran el milagro atribuido a la Virgen del Rosario. En el año 1857 sanó al pueblo que estaba siendo afectado con la enfermedad Cólera Morbus.
La Historia de Nahuizalco y la Virgen del Rosario
En los años 1850, Nahuizalco estaba habitado por familias en ranchos de pajas, calles polvorientas y empedradas. La enfermedad del cólera llegó expandiéndose, principalmente, por la precaria situación sanitaria, según señala la Casa de la Cultura de esa municipalidad.
Las familias, históricamente católicas y preocupadas por la enfermedad, acudieron a su fe y doblaron rodillas, oraron y pidieron a Dios que le pusiera fin a esta calamidad.
El grupo de feligreses se acercaron al párroco Crisanto Salazar para organizar una procesión con la imagen de la Virgen del Rosario. Querían pedirle intercesión para que la epidemia tuviera fin.
“Por la poderosa intercesión de la Virgen del Rosario, esta enfermedad desapareció. Y desde ese día juramentaron que cada 25 de abril se le celebraría una misa en la que se ratifica aquel acontecimiento desastroso que se vivió y reconocer nuestra fe y devoción a la virgen del Rosario”, dijo la mayordoma de la cofradía de la co-patrona, Elena de Galicia.
Cofradía de la Virgen del Rosario
El milagro al que los nahuizalqueños acreditan a la Virgen del Rosario ocurrió en abril. Pero el grupo de la feligresía del barrio El Calvario decidió crear la cofradía para dedicarle casi 15 días de celebración en octubre.
“En el mes de octubre se le hace su cofradía como muestra de agradecimiento. Todas las personas del pueblo llevan sus ofrendas por los milagros obtenidos de la intercesión de la Virgen del Rosario”, señala la mayordoma.
Según la señora de Galicia, la mayoría de los nahuizalqueños creen que la virgen del Rosario hizo el milagro de curarlos del cólera. Esa enfermedad ya no los ha afectado. “La única respuesta que tenemos es que estamos protegidos por su mirada amorosa y milagrosa que caen sobre toda persona que la venera”, apunta.
Todos los miembros que conforman la cofradía colaboran en las diferentes actividades para la atención de los feligreses que visitan el lugar a venerar a la co-patrona. Algunas de las devotas ayudan a preparar los alimentos, frescos, tamales y adornos para entregar a las personas que depositan la ofrenda a la Virgen. Los hombres, llegan a preparar el pan francés y el pan menudo que se entrega con café o con una bebida de horchata.
Durante la celebración se reparten agua de canela porque forma parte de la tradición. Además, entregan bolsas con dulces y trozos de pan a quienes ofrendan. Así mismo, las devotas realizan rosarios, revientan cohetes de vara y un grupo de músicos deleitan a los visitantes a ritmo de marimba y otros instrumentos.
Nahuizalco y la Virgen del Rosario en la Pandemia Covid-19
Si bien la cofradía dedicada a la Virgen del Rosario tiene como finalidad el agradecimiento por terminar con el cólera en el año 1857, durante el 2021 la intención fue porque interceda para que erradique la pandemia del Covid-19.
“Hemos perdido amigos y familiares por la pandemia. En este año hemos pedido a la virgen del Rosario para que interceda ante Nuestro Padre y termine con esta pandemia. Tenemos fe que también vamos a salir de esta enfermedad” dijo la mayordoma.
Un Municipio por Descubrir
Como esta tradición, Nahuizalco tiene mucho por ofrecer a los turistas, tanto salvadoreños como extranjeros. Uno de sus atractivos más frecuentados, además de sus puestos llenos de artesanías, es el Museo Conmemorativo Náhuatl Pipil, que reúne información sobre los asentamientos indígenas, la historia y detalles de la masacre de 1932.
La gastronomía es otro atractivo del lugar, destacando los canchules (tamales tradicionales de las festividades del Día de los Santos Difuntos), la pupusa de yuca y la famosa yuca salcochada con chicharrón.