Colocar el nacimiento de Navidad es una de las tradiciones de una gran parte de los hogares salvadoreños. Diciembre, e incluso los últimos días de noviembre, las familias adornan sus viviendas con elementos alusivos a la Navidad, destacando el misterio del nacimiento de Cristo.
Los nacimientos también son conocidos como pesebres navideños. Si incluyen a más figuras representativas a los pobladores, se conocen como belenes, en alusión al asentamiento donde nació Jesús.
Según la historia, San Francisco de Asís es el precursor de la tradición de colocar nacimientos. Hace más de ocho siglos el instaló el primer nacimiento, en el territorio donde ahora es Italia. Esta es ya una costumbre esparcida por el mundo cristiano, desde hace más de 800 años en Italia, aunque la primera presentación no era parecida como las que se ven en la actualidad.
Los colonizadores españoles llevaron esta tradición al Nuevo Mundo para evangelizar a las poblaciones indígenas. Esta costumbre ha perdurado dentro de la comunidad católica e incluso es visible en redondeles de las ciudades y poblados salvadoreños.
El Nacimiento Más Famoso de Nahuizalco
En Nahuizalco, en el departamento de Sonsonate, vive Tonita Chávez, de 89 años. Cada diciembre, y aún durante la pandemia, ha cumplido su promesa a Dios de montar un nacimiento. El barrio Las Mercedes es el escenario para la instalación de su nacimiento, el cual ha ofrecido por siete décadas, desde que ella tenía 15 años de edad. Su madre, María Josefina Gutiérrez, le inculcó el amor hacia Dios y el verdadero espíritu navideño, comenta.
Por años ha destinado un espacio de considerable tamaño en su casa para colocar el nacimiento. Este es conformado por miles de figuras de barro. En el centro está el misterio de la virgen María, San José y el Niño Dios.
“Trato de recrear muchas estampas de la cultura salvadoreña. Los objetos que uso los he ido reuniendo durante varios años”, afirmó doña Tonita.
El nacimiento mide unos 10 metros de largo por cuatro de ancho, y está lleno de pequeñas casas y de personajes que recrean actividades cotidianas, como el pastoreo, ventas, etc. También hay un tren que recorre parte del nacimiento y que funciona con baterías recargables, que es una de las principales atracciones para los niños.
La Tradición pese la Pandemia
“Tengo seis hijos. De ellos, la mitad me apoyó para que hiciera el nacimiento este 2021 porque tienen temor por la pandemia del coronavirus. Yo no quiero dejar mi tradición”, expresó dona Tonita.
En años anteriores , cientos de personas visitan el nacimiento de doña Tonita, pero en este diciembre, el espacio para verlo estará restringido como máximo a cinco personas. Quienes deseen entrar, tendrán que esperar su turno.
Por su avanzada edad, doña Tonita tiene que auxiliarse de una persona para que coloque las figuras, aunque siempre bajo su supervisión.
Doña Tonita comienza con la elaboración del nacimiento desde el 1 de noviembre para alcanzar a terminarlos a mediados de diciembre.
Por el tamaño y la creatividad de su nacimiento, doña Tonita ha recibido reconocimientos de la Casa de la Cultura y de la alcaldía de Nahuizalco. Doña Tonita aseguró que la tradición de elaborar el nacimiento la mantendrá hasta que “Dios me preste vida”.
Los turistas que visitan Nahuizalco durante la época navideña, no dejan de ir a la casa de doña Tonita para observar su famoso nacimiento.