Mario Escobar es un catador de café salvadoreño. Él trabaja por promover el grano guanaco, haciéndolo destacar en diversos mercados alrededor del mundo.
Ser catador de café va más allá de acudir a una degustación de ese producto. Un catador es el responsable de asegurar la calidad del grano de oro en varios estadios de la producción cafetera. Su figura es importante en el control de calidad de las marcas para asegurar una homogeneidad de sabor y aroma.
Uno de los catadores salvadoreños que sobresale es Mario Escobar, quien ha adquirido casi 10 años de experiencia, aún su juventud. Mario se graduó como técnico en sistemas informáticos y que se ha dedicado al mundo del café.
El Catador de Café Salvadoreño
La profesión de catador de café tomó fuerza a principios del siglo XX. Actualmente, está ganando mucho terreno debido al crecimiento de esta industria.
Un buen catador de café debe tener conocimientos básicos de caficultura, habilidades sensoriales como la olfativa, clasificación de café verde y tostado, así como la identificación de muestras de café tostado.
El trabajo de un catador es el de identificar el tipo de café de calidad que debe entrar al mercado y calificarlos como digno de comercialización. Estos detalles los consigue observando y comparando las características del café.
Un Sonsonateco Enamorado del Café
Durante su adolescencia, Mario Escobar se concentró en los pasos de su padre: Jorge Escobar, quien es catador desde 1990. Entre sus logros en esta profesión se encuentra el segundo lugar en el campeonato de catadores desarrollado en Dinamarca en el 2008.
La primera incursión en el mundo del café para Mario fue en el 2012. En ese año obtuvo su primer empleo en el beneficio ubicado en el cantón San José La Majada, del municipio de Juayúa, en el departamento de Sonsonate.
“Poco a poco me fui interesando en aprender la técnica de catar (lo cual no fue nada fácil). A través de esfuerzo y esmero trabajé en un beneficio de cafés especiales. Esto me llevó en el 2018 a trabajar en el Consejo Salvadoreño del Café, donde me desempeño en el área de promoción y escuela de café de El Salvador como instructor en las disciplinas de cataciòn y tostado”, sostiene Escobar.
El Secreto de un Catador
Según la experiencia de Escobar como catador, la primera evaluación es que el café esté sano, libre de defectos de contaminantes, olor a gasolina, perfume, u otro olor que no sea café.
Un catador evalúa las características como fragancia, aroma, sabor, cuerpo, acidez, dulzura y uniformidad. Todo eso ayuda a dar la certeza de que un café sea excelente, extraordinario o normal.
Como catador del CSC, Escobar ha probado café de las seis regiones cafetaleras del país. Según él, estas difieren en sus atributos dependiendo del tipo de suelo y clima de cada cordillera. También ha tenido la oportunidad de probar cafés de origen africano, brasileños, centroamericanos, colombianos, indonesios, entre otros.
Promotor del Café Salvadoreño
Como catador de café salvadoreño y trabajador del CSC, Mario es el encargado de promover internacionalmente el grano guanaco. Su trabajo lo ha llevado hasta Corea del Sur, Alemania, Inglaterra, Italia, Estados Unidos y Japón. En estos destinos han reconocido por qué el café de El Salvador es reconocido por su “calidad excepcional”.
De los países que ha visitado, Corea es el que mejor paga el café salvadoreño y es uno de los que consume cafés especiales.
Certificación Internacional
Mario Escobar es un catador certificado. Estudió en la escuela italiana del café Ily café Lavazza. También posee la licencia de certificación “Q Grader” como catador internacional dada por el Coffee Quality Institute (CQI) de Estados Unidos. Esa licencia debe ser renovada cada tres años.
Mario ha sido jurado nacional e internacional del certamen “Taza de Excelencia” realizados en el 2017 y 2018.
“Gracias a mi profesión he podido dar a conocer el café de El Salvador fuera de nuestras fronteras, lo cual me llena de mucho orgullo representar a mi país, darme cuenta que no tenemos nada que envidiar a otros países productores”, expresó Escobar.
A través de la escuela de café de El Salvador ha formado a más de 300 personas han querido empezar en el rubro del café.