Una de las páginas más importantes de la historia del deporte salvadoreño fue escrita en 1959. Gracias a la Selección Nacional, el basketball salvadoreño obtuvo un hito importante: la medalla de oro en los VIII Juegos Centroamericanos y del Caribe en Caracas, Venezuela.
Medalla obtenida a base de sangre, sudor y lágrimas. Y que estuvo pavimentada por un camino de dificultades, que, con garra y esfuerzo, los jugadores superaron.
Antecedentes a los Juegos Centroamericanos y del Caribe
Los seleccionados salvadoreños se coronaron campeones centroamericanos un año antes, en 1958, en Nicaragua. Además, parte de esta victoria se atribuye al director técnico Agustín García.
Ese campeonato fue la única motivación del equipo para competir en Venezuela, debido a las condiciones en las que entrenaban y los incentivos que recibían.
“Sólo nos daban dos dólares de viáticos (el dólar equivalía a dos colones con cincuenta centavos) y nos tocaba entrenar con dos pelotas para todo el grupo”, dice José Domingo “Chomingo” Chávez Escalante, uno de los jugadores que formó parte de esta selección.
“Y nada de que nos iban a llevar a un hotel como hoy. Nada que ver, nos concentraban en una escuela militar. Y para hidratarnos teníamos que chupar naranjas y limones con bagazo”, añadió.
El equipo de basketball salvadoreño seleccionado
Para la preselección de jugadores fueron convocados los mejores basquetbolistas nacionales del momento. Sin embargo, los problemas no se hicieron esperar. Dos de ellos, Jorge Zablah y Tony Cabrales tuvieron que retirarse para incorporarse a sus universidades en Estados Unidos.
Por otro lado, Ernesto “Mudo” Rusconi, alegó que por una situación personal no podría asistir. La “mala suerte” continuó. En diciembre de 1958, Roberto Bondanza se enferma de hepatitis común, imposibilitándose su viaje.
De esta manera, la escuadra seleccionada para viajar a Venezuela fue la siguiente:
- César “Nene” Escalante.
- Roberto “Ratón” Selva.
- José Domingo “Chomingo” Chávez.
- Mauricio “Pachín” Ibarra.
- José Mauricio Lemus.
- Ricardo Arévalo.
- Luis García.
- Pío Salomón Rosales.
- Adolfo “Chorro de Humo” Pineda.
- Alejandro Pereira.
- Juan Mateu Llort.
- Fito “Jocote” Rubio (DT).
Para esta competencia, la Federación de Baloncesto proporcionó a los jugadores dos uniformes, con dos pares de zapatos. Uno azul, combinado con calzado negro, funcionando como el uniforme de local. Por otro lado, el de suplente era completamente blanco.
A la larga lista de inconvenientes se sumó uno más: A la selección no los acompañó un doctor.
“Fuimos aguantadores. Si nos dolía el cuerpo, no abandonábamos el juego. Con el pasar de los años ya sentimos molestias en los meniscos de las rodillas, tobillos, caderas y muñecas. A falta de un médico o un masajista, nuestro compañero (César) Escalante (ortopeda de profesión) fungió esa labor”, agrega Mauricio “Pachín” Ibarra.
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Viaje y llegada a Caracas, Venezuela
El torneo iniciaba el 2 de enero de 1959. La Selección Nacional viajó y al llegar a Caracas, sufren una nueva situación con su transportista designado.
Bolívar, su motorista, era un “temerario”, frente al volante, cuenta “Pachín” Ibarra. A pesar del peligroso viaje, llegaron sanos y salvos a la Academia Militar de Venezuela. Esta se convertiría en su casa por la duración del torneo, ya que decidieron no volver a estar en manos de Bolívar.
“Pachín” Ibarra también agrega que la escuela era bastante aceptable para estar en ella, frente a lo vivido en la escuela militar. Sin embargo, para ser el espacio de jugadores profesionales, no brindaba la comodidad esperada.
Los nacionales compartirían seis literas junto a selecciones de diferentes países y deportes. Esto incluía también a su director técnico.
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Partidos de la fase de grupos
La escuadra debutó en el torneo derrotando con un marcador de 65 – 63 a Colombia. Caería, sin embargo, en el siguiente partido contra Puerto Rico 76 – 79. El tercer partido fue contra un equipo centroamericano: Costa Rica, a quienes se les venció 79 – 76.
La clasificación de la selección estaba anticipada. Sin embargo, el quinteto cayó en sus últimos dos partidos. Perdieron 57 – 59 contra Venezuela y 58 – 85 contra Panamá. Asimismo, en la finalización del partido, los altavoces del gimnasio anunciaron que se enfrentarían nuevamente en semifinales.
Esta derrota ante Panamá fue influenciada por instrucciones del director técnico, Fito “Jocote” Rubio para que se confiaran y subestimaran a los salvadoreños en el próximo partido.
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Eliminatorias… ¡Y la gran final!
La revancha se alcanzó en semifinales, terminando el partido 76 – 73 en favor de El Salvador. El siguiente partido fue contra Puerto Rico, vigentes campeones. En este, la selección salió victoriosa 69 – 57.
Finalmente, el “Dream Team salvadoreño” jugaría contra Colombia la gran final. El 17 de enero de 1959, contra todo pronóstico, los nacionales vencen 73 – 60 a los sudamericanos que tenían mayor promedio de estatura. Las ovaciones no se hicieron esperar cuando sonó el bocinazo final.
Así, el basketball salvadoreño obtuvo su más grande logro: un equipo nacional se coronó campeón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Un hito histórico que hasta la fecha no ha podido repetirse.
La plantilla regresó a El Salvador y el recibimiento en Ilopango fue, además, muy especial. Muchos aficionados se reunieron para esperar a los jugadores y celebrar con ellos la medalla de oro.
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Notables deportistas de El Salvador
En 2016, la Asamblea Legislativa de El Salvador hizo la entrega del reconocimiento “por sus invaluables aportes al baloncesto y al deporte nacional que les ha convertido en referentes de muchas generaciones. Ellos destacaron en los VIII Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizaron en Caracas, Venezuela, en el año antes referido, donde obtuvieron la Medalla de Oro”, afirma el palacio legislativo en un comunicado.
“Le doy gracias a Dios por habernos acompañado en los encuentros deportivos en los que tuvimos que participar. A las presentes y futuras generaciones de basquetbolistas les decimos que si se juega con amor y por el país, se llega a poner el nombre de El Salvador en alto”, agregó “Pachín” López.
Además, en 2022, inició una campaña de recolección de firmas para rendir homenaje a esta selección. Con esta, se solicita que el Centro Recreativo y de Deportes del Banco Central de Reserva, ubicado en Nueva San Salvador, La Libertad, lleve el nombre de la selección y de sus jugadores.
Con esta propuesta, se busca que el recuerdo de este hito histórico y del “Dream Team” salvadoreño quede grabado en la memoria deportiva nacional.