Arturo Ambrogi forma parte del listado de destacados escritores salvadoreños que, gracias a sus producciones literarias, han sido reconocidos nacional e internacionalmente por sus aportes. La influencia de Ambrogi es tal que es considerado como un precursor del Modernismo en América Latina.
“Ambrogi es una de las personalidades más brillantes de la literatura salvadoreña” fue la manera en la que Miguel Huezo Mixco, escritor, poeta y ensayista de El Salvador se refirió a Arturo, denotando el respeto y admiración hacia su obra.
Biografía de Arturo Ambrogi
Reina Miranda e Isaac Pérez, redactores de El Universitario de la Universidad de El Salvador indican que Ambrogi nació en San Salvador, específicamente, el 19 de octubre de 1875. Hijo del general Constantino Ambrogi de origen italiano y Lucrecia Acosta, quien era salvadoreña.
El escritor salvadoreño estudió en el Liceo Salvadoreño y, a muy temprana edad, fue influenciado por los escritos de Rubén Darío, destacado escritor nicaragüense.
Trabajos literarios en su juventud
En 1891, Ambrogi se había convertido en un agente del semanario cubano La Habana elegante, una de las revistas de arte y literatura más importantes de finales del siglo XIX en Cuba, como indica la descripción del número especial por el V aniversario de esta revista, editado por Francisco Morán en diciembre de 2003.
Además, junto a su trabajo para esta revista, también colaboró con La Pluma, revista de carácter nacional. En esta última recibió elogios de escritores tales como Francisco Gavidia y Rubén Darío, de quien Ambrogi era seguidor en su adolescencia según explica la publicación “La Literatura Salvadoreña”, del Colegio La Asunción de San Salvador.
Para Ambrogi, publicar sus producciones en periódicos no es un “mal necesario” sino como una iniciación obligada para adquirir fama, como detalla Ricardo Roque Baldovinos, en su publicación “Por una filosofía del hecho menudo: Ambrogi y la Crónica Modernista”.
También publicó sus primeros artículos en El Fígaro, población semanal salvadoreña, donde él junto a Víctor Jérez y J. Antonio Solórzano eran redactores. Esta revista semanal, fundada junto a Jérez funcionó entre octubre de 1894 y noviembre de 1895.
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Viajes fuera de El Salvador
Arturo Ambrogi tuvo la posibilidad de viajar fuera de El Salvador durante su vida. Miranda y Pérez, de El Universitario, indican que tras ser nombrado cónsul pudo viajar a Estados Unidos, China, Japón y diferentes puntos de Europa.
Gracias a sus viajes al extranjero también tuvo la oportunidad de conocer a personalidades como Leopoldo Lugones, escritor modernista argentino o Paul-François Groussac, escritor y crítico literario franco-argentino.
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Cargos diplomáticos en el país
Gracias a sus aportes influencia, Arturo Ambrogi desempeñó diferentes cargos diplomáticos en el país. Entre ellos, fungió como director de la Biblioteca Nacional de El Salvador o como colaborador del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Ambrogi también fue uno de los miembros de la Academia Salvadoreña de la Lengua, cuya sede, la Casa Dueñas, es uno de los puntos culturales más importantes actualmente en El Salvador.
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Obra de Arturo Ambrogi
Arturo Ambrogi es considerado como el primer escritor cosmopolita en el país. En su paso por El Fígaro, Ambrogi, quien también firmaba como “Conde Paúl”, “Cirrus”, “Nimbus”, “Stratus”, entre otros, “demostró su advenimiento tanto de la cultura cosmopolita de consumo como las modas literarias modernas” según expresa Baldovinos.
Otra de las particularidades de la obra de Ambrogi fue que mezcló su faceta de periodista y escritor en su trabajo. En años posteriores, escritores como Alberto Masferrer o José María Peralta Lagos también seguirían sus pasos.
Su primera obra de importancia nacional fue “Cuentos y Fantasías” de 1895, como detalla Tirso Canales, escritor y poeta salvadoreño. Antes de este libro, también se publicó “Bibelot”, que, según Canales, es casi imposible encontrar ejemplares de este.
Canales indica que la obra de Arturo estuvo compuesta por narraciones elaboradas con elementos de carácter nacional o experiencias de Ambrogi en el extranjero. Estas revelan un proceso contradictorio en el que se encontró inmerso el escritor en un período prolongado de su vida literaria “por un constante entrelazamiento de distintas corrientes estéticas”.
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Estilo Literario
Reina Miranda e Isaac Pérez indican que el estilo de Ambrogi es atractivo debido a “la precisión para el detalle y las sensaciones y su gran fuerza descriptiva, propia de la pintura de la época, así como por el refinamiento y corrección de la prosa y su sutil ironía”.
Su obra y, sobre todo, su estilo, presentó una creciente tensión entre sus deseos de modernidad y sus preocupaciones regionalistas, como profundizan Pérez y Miranda.
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Obras publicadas por Arturo Ambrogi
Dentro del listado de obras publicadas por el escritor salvadoreño se encuentran:
- Bibelots de 1893.
- Cuentos y Fantasías de 1985.
- Manchas, máscaras y sensaciones de 1901.
- A agua fuerte también de 1901.
- Sensaciones crepusculares de 1904.
- Marginales de la vida de 1912.
- El tiempo que pasa de 1913.
- Sensaciones del Japón y de la China de 1915.
- Crónicas marchitas de 1916.
- El libro del trópico de 1918.
- El Jetón de 1936.
Finalmente, Arturo Ambrogi falleció el 8 de octubre de 1936, año en el que fue publicada la primera edición de El Jetón. De esta última se dice que es la obra más madura y completa del escritor, presentando una visión personal del ambiente rural de El Salvador, en una crítica realizada por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
Sus restos descansan en el Cementerio de Los Ilustres, camposanto que cuenta con gran valor histórico y cultural por ser el lugar de descanso de otros personajes históricos importantes como los Hermanos Massi, Alfredo Espino, Salvador Salazar Arrué (Salarrué), Benjamín Bloom, Alberto Masferrer, Claudia Lars, entre otros.