Antonia Navarro Huezo es una salvadoreña que ha registrado su nombre en los libros de la historia. Huezo no es solamente la primera mujer en graduarse a nivel universitario en El Salvador, sino que también lo es a nivel centroamericano.
Pero además de este hito, Antonia es considerada como la primera mujer graduada en ingeniería en toda Iberoamérica. Gracias a sus investigaciones y presentación de estas en su tesis, la primera ingeniera iberoamericana contradijo, con fundamento científico, creencias de la época.
Biografía de Antonia Navarro Huezo
Antonia nació un 10 de agosto de 1870 en San Salvador, hija de Marina Huezo y el farmacéutico José Belisario Navarro, como indica la publicación “Historia de la Cirugía Dental en El Salvador: Primera Mitad del Siglo XX” de Carlos Infante Meyer.
El padre de Antonia falleció en 1878, tan solo 8 años después del nacimiento de Antonia. Ella fue la primera de cuatro hijos que engendraron sus padres, siendo estos José, Miguel y Cleotilde Belisario.
Junto a José, se dedicaron a obtener su título de bachillerato en Ciencias y Letras, como explica Carlos Cañas Dinarte, historiador salvadoreño. Patricia Guerrero Medrano, historiadora salvadoreña, también indica que gracias al apoyo de Cleotilde logró culminar sus estudios.
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Inicios en su carrera universitaria
Antonia, tras la finalización de su bachillerato, decidió continuar con sus estudios universitarios, sin embargo, la salvadoreña sufría padecimientos de salud que le imposibilitaban asistir a la universidad continuamente.
De esta manera, como explica Karen Escalante-Barrera, para el Diario CoLatino, Huezo presentó una carta solicitando una “excepción educativa” para asistir únicamente a sus exámenes, al entonces mandatario el General Francisco Menéndez. Este dio su visto bueno un 11 de junio de 1886.
Aunque su preparación fue hecha desde casa, sus resultados siempre fueron sobresalientes.
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Matriculación en la Facultad de Ingeniería
Antonia Navarro Huezo se matriculó en la Universidad de El Salvador en la Facultad de Ingenería, para cursar el doctorado en Ingeniería Topográfica, como explica Carlos Cañas Dinarte.
A cargo de su educación universitaria estuvieron los doctores:
- Santiago Ignacio.
- Juan Barberena.
- Alberto Sánchez Huezo (Quien se convirtió en pareja de Antonia).
- José Emilia Alcaine.
- Manuel A. Gallardo.
- Carlos Flores Figeac.
En su primer año, Antonia obtuvo notas sobresalientes en sus materias. Esto se mantuvo también para sus materias futuras, por lo que era reconocida dentro de la universidad por sus excelentes calificaciones.
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Antonia Navarro Huezo y su tesis “La Luna de las Mieses”
Tras la aprobación de las materias cursadas, a Antonia solamente le faltaba, para graduarse oficialmente, la defensa pública de su tesis. Esta se titulaba como “La Luna de las Mieses”.
Su tesis estaba basada en información de textos escritos que exponían el fenómeno referente a la luna de la cosecha. Los historiadores salvadoreños Carlos Cañas Dinarte como Patricia Guerrero Medrano profundizan en esta:
“Era un fenómeno que hacía referencia a aquella luna de septiembre y octubre que puede ser observada por unos minutos más, durante varias noches sucesivas, al crear el efecto de reflejar mayor luz solar”.
No fue hasta el 20 de septiembre de 1889, a la corta edad de 19 años, donde Antonia Navarro Cruz presentó su tesis, en la que planteó que este fenómeno, por la latitud de El Salvador, era ilusorio, no solo para el país, sino para gran parte de la Tierra.
Tras la aprobación de su tesis, el entonces presidente Francisco Menéndez, ordenó la presentación de la banda marcial y se celebró una gran celebración en honor a Antonia.
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Vida Personal
Tras la aprobación de su tesis, la doctora Navarro trabajó como profesora y examinadora del Instituto Normal de Señoritas y del Liceo Salvadoreño, sin embargo, se le negó el poder ser catedrática universitaria.
La ingeniera salvadoreña falleció en San Salvador, un 22 de diciembre de 1891, debido a la tuberculosis que le afectó en vida.
Karen Escalante, redactora de la Revista La Brújula, indica, finalmente, que en la Universidad de El Salvador existe un mural en su honor, en el cine-teatro de esta, en honor a la primera ingeniera iberoamericana.